Antes de que finalice 2016, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) tendrá listo un estudio sobre las terminales aéreas que concesionará a la iniciativa privada.
Alfonso Sarabia, director general del organismo descentralizado del gobierno federal, aseguró que el objetivo es impulsar el desarrollo de estos puertos aéreos.
“México tiene un tráfico de pasajeros aéreos con expectativas impresionantes, crece al 12 por ciento, mientras que a nivel mundial el aumento es de 6 por ciento. Para la desincorporación de aeropuertos estamos elaborando un estudio que lo tendremos a finales de año y nos dirá cómo están y qué es lo que le conviene a ASA”, aseguró el directivo.
ASA opera una red de 18 aeropuertos, la cual tuvo un alza de 4.1 por ciento en el tráfico de pasajeros en el primer semestre de este año.
Destacan los de Ciudad del Carmen con 255 mil pasajeros en la primera mitad del año, Puebla con 166 mil, Ciudad Obregón con 123 mil y Puerto Escondido con 99 mil viajeros.
De hecho, algunas de esas terminales se comparan en volumen de viajeros atendidos con las que ya operan grupos aeroportuarios de la iniciativa privada.
Por ejemplo, el de Ciudad del Carmen mueve más del doble de viajeros que los de Tapachula y Minatitlán, que administra Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), ya que sirvieron a 120 mil y 123 mil pasajeros, respectivamente, en el primer semestre de 2016.
Los de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) que tuvieron menor tráfico fueron los de Los Mochis con 135 mil pasajeros y Manzanillo con 102 mil viajeros en los primeros seis meses del año.
Marco Montañez, analista del sector aeronáutico en Vector Casa de Bolsa, expuso que para que un grupo aeroportuario quiera participar en la posible licitación de alguno de las terminales aéreas, de ser el caso, tendrá que valorar la rentabilidad.
“Los aeropuertos tienen costos fijos, como el mantenimiento o la electricidad para que funcionen al 100 por ciento, no debe ser de otra forma por seguridad. Entonces, si no se tiene un tráfico de pasajeros y los ingresos suficientes para saldar los gastos, más los impuestos, el aeropuerto puede no resultar un negocio”, explicó el especialista.
El Financiero
