El puerto de Cádiz apuesta por reforzar su suelo portuario

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Hay oportunidades que una ciudad no puede dejar pasar si quiere afianzar un futuro hoy incierto, y más cuando es una ciudad limitada en su superficie y cualquier espacio libre que encuentre se convierte en un tesoro.

Es lo que le pasa a Cádiz y los 300.000 metros cuadrados de suelo portuario que quedarán libres una vez esté en marcha el nuevo muelle de contenedores. Un espacio inmenso sobre cuyo diseño se viene hablando desde hace años y que ha logrado unir a todas las instituciones públicas a la hora de pintar un proyecto consensuado en el que la participación ciudadana se ha convertido en uno de los pilares del plan.

LA UCA HA ELABORADO EL ESTUDIO TRAS UN INTENSO PROCESO PARTICIPATIVO

La Universidad de Cádiz presentó ayer el diagnóstico estratégico que ha elaborado, tras nueve meses de trabajos a base de reuniones sectoriales, estudios técnicos, mesas redondas y análisis de datos, y sobre el que se va a basar buena parte de la operación, con el visto bueno de la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía.

Ahora se abre una segunda fase en esta ambiciosa operación que va a tener a la APBC como protagonista, que a principios de 2018 iniciará el proceso de licitación del Plan Especial del Puerto y la Delimitación de los Espacios Portuarios, y que contará con la colaboración del Colegio de Arquitectos y la Universidad Politécnica de Madrid. Un proceso que puede estar listo a finales del año que viene, lo que no impide que se vayan trabajando en actuaciones puntuales ya previstas en el nuevo desarrollo portuario, como la puesta en marcha del carril bici por el interior del muelle, además de mantener la estrecha colaboración que se tiene con el Ayuntamiento y con instituciones privadas para la utilización del Muelle Ciudad para la organización de eventos ciudadanos.

Será este Plan el que ponga sobre el papel el dibujo del nuevo puerto de Cádiz, con una visión de futuro que se puede contar por años ya que se asume que el propio desarrollo de estos 300.000 metros cuadrados será un proceso largo en el tiempo.

Lo que sí se tiene muy claro, y más tras el diagnóstico elaborado por la UCA, dirigido por el catedrático Juan Manuel Barragán, es que los usos portuarios van a tener un papel relevante dentro de la reordenación del suelo que va a quedar libre. Así lo han dejado claro todos los colectivos participantes en este proyecto, coincidiendo con ello con los deseos de la APBC y del Ayuntamiento de Cádiz.

Hay un apoyo muy elevado a actuaciones relacionadas con el turismo de cruceros, la náutica deportiva y la construcción y reparación naval; a la vez, se apoyan usos futuros relacionados con la hostelería, el pequeño comercio, museos y zonas verdes. Frente a ello, hay un rechazo casi unánime ante la posibilidad de construcción un gran centro comercial y, sobre todo, la ejecución de viviendas libres o sociales en estos terrenos.

Este apoyo puntual a equipamientos puramente ciudadanos se plantea siempre que sea posible su reversión en caso de necesidad para el desarrollo del puerto.

Todo ello quedará reflejado y bien definido en el nuevo Plan Especial del Puerto que se elaborará el próximo año y al que se unirán también los terrenos de expansión portuaria, si sale todo como tiene previsto la ABC, en Delphi e incluso en Las Aletas. Al fin y al cabo el Puerto de Cádiz es hoy una de las principales empresas, en trabajo directo e indirecto, de toda la provincia.

Durante este tiempo se completaran visitas, como la realizada a Málaga, a ciudades costeras donde se ha integrado suelo portuario a la trama urbana, como Bilbao o Barcelona.

La apuesta de las administraciones públicas por esta operación esta clara. Así lo trasladó ayer el propio José Luis Blanco, presidente de la APBC, y lo ratificó el alcalde, José María González, cuyo Ayuntamiento está participando de forma muy activa en todo este proceso. La Junta no pudo estar presente en el acto celebrado en la sede del Rectorado, pero también ha dado su apoyo al futuro puerto.

Queda por comprobar si la iniciativa privada va a ir de la mano de las instituciones públicas, porque todos tienen claro que los empresarios juegan aquí un papel esencial.

Lo cierto es que el puerto es consciente de que tiene que ganarse a este colectivo. Lo reconocieron tanto Blanco como Barragán, que han constatado que la presencia inicialmente amplia de las empresas del sector en los debates sobre el modelo portuario, se fue difuminando a medida que avanzaba el proceso. Ayer se quiso dar una explicación a esta deserción: al tener los empresarios claro que se iba a apostar por el sector portuario y “no se iba a invadir su espacio” (por grandes hoteles, bares y zonas de ocio) éstos se relajaron y se quedaron en sus casas.

Por lo pronto, José Luis Blanco anunció que se van a realizar encuentros directos con los empresarios relacionados con la construcción, el turismo, etcétera “para conseguir una mayor implicación. “Aquí depende de ellos. Se va a fijar una serie de usos pero después necesitaremos gente que invierta”. A su vez, el alcalde afinó más la reflexión indicando que “el capital privado acuden donde se dan oportunidades de negocio”, y para José María González todo se está preparando para lograr este objetivo.

Aunque Cádiz y la Bahía acumulan un largo listado de grandes proyectos y planes de desarrollo que o bien nunca se pusieron en marcha o bien se quedaron a medias en su cumplimiento, las instituciones implicadas en la operación del puerto tienen claro que la opción sobre la que ahora trabajan saldrá adelante.

Por lo pronto, la “pervivencia de la actividad portuaria como sector tractor de la economía”, como defendió el alcalde, es esencial para garantizar la viabilidad de la operación que, sin duda, hubiera sido más compleja de sacar adelante si estos 300.000 metros cuadrados se hubieran dedicado sólo al sector terciario, con el riesgo de una saturación grave para la ciudad.

Eso sí, se tiene claro que no es un plan que pueda completarse en apenas unos años. Es un plan a largo plazo, si hablamos de completar todo lo que se prevea en su momento, pues su incidencia se contará por décadas. En este sentido, José María González destacó que lo que se realice servirá para completar todo los cambios que tiene pendiente de sacar adelante la ciudad y la propia Bahía.

Más ambicioso se manifestó el rector de la UCA, Eduardo González, cuya institución se ha puesto al frente del complicado proceso que ha supuesto la redacción de este estudio. “Nos planteamos el modelo para el siglo XXII”, reconociendo que no ha sido sencillo abordar una operación de este calibre, que implica una profunda transformación en una ciudad con unas características tan peculiares como la de Cádiz, “analizando una estrategia de gestión que implica no solo al puerto sino también a la ciudad”.

Cádiz capital afronta esta operación en un momento de profunda transformación urbana. Tiene pendiente actuaciones vitales también para su economía, como la expansión de la Zona Franca por su polígono exterior, mientras que a pie del propio puerto parece que por fin comienza a reactivarse, con la decisiva actuación del gobierno local, el Plan Plaza de Sevilla cuyo diseño como espacio de ocio y comunicación está estrechamente unido con la cada vez mayor utilización del muelle para eventos urbanos, además de como estación marítima con la Bahía.

 

Diario de Cadiz

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