El futuro de la terminal portuaria marítima tecnológicamente más avanzada de Latinoamérica , recién inaugurada, es incierto ahora que el presidente de Estados Unidos Donald Trump contempla imponer nuevas barreras comerciales, escribió The Wall Street Jorunal.
De acuerdo con el diario, importadores mayores como Wal-Mart Stores Inc., Samsung Electronics Co. y Target Corp. consideran a Lázaro Cárdenas enlace crucial entre las fábricas asiáticas y la creciente clase media mexicana. Tienen asimismo la esperanza de utilizar el puerto como entrada indirecta a Estados Unidos, evadiendo los congestionados puertos de la costa oeste norteamericana a través el “Ferrocarril del TLC”, la red de vías operadas por la empresa estadounidense Kansas City Southern por donde se pueden trasladar productos hasta puntos situados tan al Norte como Memphis, Tennessee.
APM Terminal, unidad de la empresa marítima más grande del mundo, AP Moller-Maersk, dedicó a la nueva terminal cinco años y 568 millones de dólares. APM tiene la esperanza de invertir hasta 900 millones para ampliar la capacidad de la terminal a fin de que para finales del próximo decenio rivalice con los puertos de Nueva York y Nueva Jersey, informó The Wall Street Journal.
Pero hoy en día hay menos certidumbre en lo que hace cinco años parecía un proyecto seguro. El presidente Trump ha amenazado con penalizar a los fabricantes que trasladen sus operaciones a México y desea volver a negociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En el Congreso los republicanos han sugerido un “impuesto de ajuste fronterizo” con el cual se elevaría el costo de las importaciones.
Cualquiera de estas medidas podrían representar un golpe para el comercio entre Estados Unidos y México y las empresas transportistas, dicen analistas. A partir del 2010 las importaciones mexicanas han crecido más de 30 por ciento, según el Banco Mundial, mientras que en las instalaciones más antiguas de Lázaro Cárdenas durante los últimos tres años aumentó 60 por ciento el volumen de contenedores, de acuerdo con la empresa de datos comerciales Panjiva. Las autopartes constituyen una parte considerable de dichos incrementos.
“El puerto es un microcosmos de los flujos comerciales en el mundo”, dijo Christopher Rogers, analista de investigaciones en Panjiva.
El conglomerado danés Marsk, el cual alguna vez aplaudió “los beneficios de la cercanía con las fuentes” de la nueva terminal, en referencia a las empresas manufactureras que fabrican productos en México y los venden en Estados Unidos, ahora dice estar concentrándose más en emplear el puerto para importar artículos destinados al mercado mexicano, escribió The Wall Street Journal.
“El gobierno estadounidense ha hecho varias declaraciones que tienen un impacto positivo en nuestro negocios”, dijo en entrevista el director ejecutivo de Maersk Soren Skou. “Luego están las negociaciones sobre los convenios comerciales, y parece que parte de la retórica es más proteccionista… Para nosotros es muy difícil saber que efecto tendrá esto en nuestro negocio”.
En febrero se descargó el primer barco en la terminal APM, mientras que el puerto se inauguró formalmente en abril con una ceremonia a la cual asistieron el presidente de México Enrique Peña Nieto y el primer ministro danés Lars Lokke Rasmussen.
El gobierno mexicano considera prioritario el desarrollo del puerto. Durante la ceremonia del presente mes, calificó a la terminal como “testimonio sobre la forma en que ha estado creciendo México, la forma en que se ha vuelto un destino confiable… que resulta crucial para el tránsito de bienes con destino al importante mercado de consumo que es México, y desde aquí a otros importantes mercados de consumo”.
Sin embargo, en meses recientes, el presidente mexicano también señaló que el país buscará tratos comerciales con Vietnam y Japón y colaborar de manera más estrecha con China.
En la nueva terminal se aprecian junto a las embarcaciones enormes grúas de 30 metros (300 pies) capaces de abarcar las naves más grandes transportadoras de contenedores que recorren actualmente las rutas entre Asia y América del Norte.
Las grúas pueden bajar de los barcos dos contenedores a la vez, apilándolos después. Las robotizadas grúas estibadoras eléctricas usan inteligencia artificial para ordenar las pilas en el orden que ahorre más tiempo y costo.
“Yo nunca había visto una terminal con tecnología tan avanzada”, dijo Miguel Ángel Domínguez, un supervisor de carga en la terminar. “Es mucho más seguro, mucho más dinámico, mucho más mecanizado”.
El Diario