El gobierno federal detalló sus planes para la construcción de megaobras de infraestructura en el país, como la ampliación del puerto de Veracruz, que será con ello el más grande de América Latina, y del aeropuerto y del Metro de la ciudad de México.
Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador general de Puertos y Marina Mercante, dijo que la primera etapa de la ampliación del puerto de Veracruz concluirá en el 2018 e incluirá obras de infraestructura básica y una inversión pública de 18,740 millones de pesos.
Entre estas obras destacan la construcción del rompeolas poniente, el sistema de protección de arrecifes, el dragado para un calado de 16 metros, un muelle y un relleno en la zona del rompeolas.
Con la infraestructura básica licitará tres nuevas terminales por inversión privada de 8,805 millones de pesos. La primera será de contenedores. Se licitará en el último trimestre del 2015.
Las dos restantes terminales, otra de contenedores y una de granel agrícola, permitirán que, en su primera etapa, alcance una capacidad de 1.25 millones de TEUs (aproximadamente 10 millones de toneladas), adicionales a 3.4 millones de toneladas de granel agrícola.
“Cuando finalice su última etapa de construcción en el 2025, Veracruz será el puerto más importante de Latinoamérica”, dijo, al participar en el XXI Congreso de Comercio Exterior Mexicano, y agregó que tendrá una capacidad para recibir buques Postpanamax y movilizar 89 millones de toneladas, con un mínimo de 48 posiciones de atraque.
También expuso que la ampliación de cuatro líneas del Metro de la ciudad de México tendrá una extensión de 43.5 kilómetros, y dará servicio a otras 9 millones de personas. Esto significa que el Sistema de Transporte Colectivo Metro registrará un crecimiento de casi 20 por ciento.
El gobierno federal terminó ocho autopistas nuevas, con una longitud de 507 kilómetros. Entre ellas sobresalen las autopistas Amecameca-Cuautla, Nuevo Xcan-Playa del Carmen y México-Tuxpan. Otros proyectos de autopistas en proceso son el segundo piso en la Autopista México-Puebla, las autopistas Atizapán-Atlacomulco, entre otras.
El Economista
