Busán, el gran puerto comercial de Corea del Sur recibe al BID

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Pulpos, anguilas, tortugas y almejas, de todos los tamaños, vivos o muertos, se ofrecen en el popular mercado de pescado de Jagalchi, el más grande Corea del Sur, y que hace honor al carácter eminentemente comercial de Busán, la segunda ciudad surcoreana.

En Jagalchi son las mujeres las que venden el pescado, mientras que los hombres son los encargados de salir a pescar; siguiendo una tradición que data de siglos y que muestra la convivencia entre pasado y futuro del lugar.

Busán, uno de los puertos comerciales más activos del mundo y el quinto por tonelaje, es una ciudad que mira al mar, y no solo por el pescado, también por una economía basada en el comercio.

A estos factores hay que unir que sea la sede la Bolsa de Valores de Corea, y que el puerto sea zona franca de acuerdo al gobierno surcoreano, indicadores de su creciente peso económico y financiero.

Por ello no es coincidencia que haya sido escogida como la sede la Asamblea anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que se desarrollará del 26 al 29 de marzo en el ultramoderno centro de convenciones Bexco.

Uno de los ejes de la cita del BID es el estudio del llamado milagro económico surcoreano: el país era hace sólo 60 años uno de más pobres del mundo y hoy en día es una de las naciones más prósperas.

Busán es, en este sentido, un ejemplo del asombroso despegue económico basado en los dos pilares básicos del comercio internacional y la educación.

Más cerca de las islas meridionales de Japón (200 kilómetros) que de Seúl (325 kilómetros), y ubicado en la costa del sur de la península coreana, Busán cuenta con una población de alrededor de 3,6 millones de habitantes.

En una sociedad que tiende al superlativo, no es de extrañar que haga gala también del mayor centro comercial del mundo, el Shinsegae Centum City, y uno de los más antiguos, puesto que data de 1930.

Otro de los grandes atractivos es el turismo, gracias a un clima más agradable que el del norte del país. La ciudad es conocida por las playas del distrito de Haeundae, en las que se puede disfrutar de bares y restaurantes modernos que ofrecen la excelente comida coreana para los turistas nacionales y extranjeros.

Pero la historia también tiene su lugar en Busán, especialmente marcada por la guerra civil entre el Norte y el Sur y que acabó con la partición del país en 1953.

Fruto de este conflicto se encuentra otro de los lugares emblemáticos de la ciudad, la villa de Gamcheon que cubre las laderas de una de las montañas que rodea a Busán.

La ciudad fue una de las pocas que no fue dominada temporalmente por las tropas norcoreanas durante el enfrentamiento, y por ello se convirtió en refugio de miles de coreanos que huían del frente hacia el sur.

Estos refugiados construyeron Gamcheon como un conjunto de residencias humildes y pequeñas calles, y ahora se ha convertido en uno de los ejes artísticos y culturales de la ciudad, con murales de vivos colores y esculturas callejeras.

Desde ese punto de vista, y salvando las distancias, las comparaciones con Latinoamérica no parecen forzadas.

Ya que de lejos Gamcheon no desentonaría, por su carácter abigarrado y multicolor, con las barriadas típicas que rodean ciudades latinoamericanas como Caracas o Rio de Janeiro.

NTX

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