Laura Ballesteros, diputada independiente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, lanzó un llamado al Gobierno Federal y local, para apostar por el transporte masivo en la conectividad del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y no hacerlo mediante segundos pisos vehiculares, como se tiene planeado.
Los proyectos que hasta ahora se han presentado como parte de la conectividad de la obra contemplan dos segundos pisos, uno de ellos irá por el Viaducto elevado Río de la Piedad con una longitud de 18 kilómetros y conectará desde Toluca y sector poniente con el Nuevo Aeropuerto; y la vialidad elevada Vasco de Quiroga con longitud de 10 kilómetros que irá de Santa Fe a Lomas de Chapultepec y sector Poniente.
Al respecto, Ballesteros señaló que de no invertir en un nuevo modelo de transporte para la ciudad, en seis años, la creación del Nuevo Aeropuerto provocará graves afectaciones en la movilidad de la Zona Metropolitana del Valle de México con el aumento de 12 millones de automóviles, según cálculos de Embarq México.
Destacó que para evitar dichas afectaciones, es necesario mejorar y asegurar la calidad del transporte masivo que dé acceso al aeropuerto.
“Debemos evitar que esta conexión se resuelva con la propuesta de segundos pisos atravesando la Ciudad de México y segregando aún más los barrios. Estudios recientes hechos por la empresa Steer Davis Gleave revelan que tan sólo en la zona de las Lomas de Chapultepec, la creación del Segundo Piso y la Supervía han incrementado hasta en un 34% el tráfico vehicular. El impacto urbano y ambiental de esta infraestructura es muy alto”, puntualizó.
Mencionó que 77% de los viajes que se hacen a la actual terminal aérea son en vehículo particular; si esta tendencia se replica para el nuevo aeropuerto al que llegarán 125 millones de pasajeros al año, “la transportación en la zona oriente colapsará, dijo.
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