Aeropuerto de Miami invierte en equipos ahorradores

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Con millones de luces esparcidas a lo largo de tres terminales y dos estacionamientos, cambiar los focos fundidos en el Aeropuerto Internacional de Miami no es tarea fácil.

De modo que, a veces, cuando los bombillos se funden — especialmente en lámparas a 90 pies de altura — se quedan así durante algún tiempo, con lo que algunas áreas se hacen penumbrosas.

Pero una reciente renovación para ahorrar energía y reducir el impacto medioambiental en el enorme aeropuerto reemplazará 64,000 lámparas con otras más modernas que usan bombillos de larga duración. Eso significa que las terminales y los garajes se mantendrán iluminados por más tiempo y a la larga también costarán menos, según directivos del aeropuerto.

“Estamos usando en la práctica menos energía y hay más luz”, dijo recientemente Carlos José, subdirector de administración de instalaciones del aeropuerto, mientras mostraba algunas de las nuevas lámparas en el estacionamiento Flamingo. “A nadie le gusta un garaje oscuro”.

El proyecto de dos años, que comenzó en junio, incluye además una modernización del sistema hidráulico para conservar agua, mejoramiento del aire acondicionado y la ventilación y otras iniciativas de tipo verde. Los cambios ayudarán a reducir la considerable factura eléctrica de $2.6 millones al mes del aeropuerto y reducir la huella de carbono del aeropuerto.

“Hay algunos beneficios ocultos que los pasajeros no notarán”, dijo Jorge Marín, ingeniero jefe del Departamento de Aviación de Miami-Dade. “Pero, en última instancia, es algo bueno para todos”.

El proyecto de $32 millones — pagado a través de financiamiento independiente — no costará nada al aeropuerto y se espera que le ahorre $40 millones durante los 14 años del contrato. La deuda será pagada por los ahorros que verá a consecuencia de renovar las lámparas, reemplazar un equipo de enfriamiento de aire acondicionado y mejorar otros equipos de aire acondicionado.

Como parte del proyecto, una nueva unidad de enfriamiento será instalada en la planta de enfriamiento del aeropuerto — la cual refresca todo el aeropuerto a un costo de casi $160,000 al mes. Se espera que la unidad disminuya casi $13,000 de su costo de funcionamiento.

Alexander Acosta, gerente de ventas de FPL Services, dijo que Florida Power & Light garantiza que las reformas producirán los ahorros prometidos.

“Si ellos no ven los ahorros que prometimos, nosotros cubriremos la diferencia”, dijo durante una visita reciente a la planta de enfriamiento de ocho pisos ubicada cerca del Vestíbulo J. El edificio alberga varias unidades que bombean millones de galones de agua a través de tuberías para enfriar las tres terminales del aeropuerto.

De acuerdo con el aeropuerto, la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU dijo que el proyecto reducirá el consumo anual de electricidad del aeropuerto en aproximadamente 35 millones de kilovatios por hora, y el consumo anual de agua en más de 28 millones de galones.

La reducción de energía, según el aeropuerto, equivale a las emisiones energéticas de 5,110 carros o 8,700 toneladas de desperdicios enviadas anualmente al basurero. La reducción en consumo de agua es suficiente para llenar aproximadamente 43 piscinas de tamaño olímpico.

Las compañías locales también se benefician, afirmó José, ya que se trae a electricistas y otros trabajadores para hacer las modificaciones necesarias.

Durante los últimos 14 años, FPL Services ha completado 11 proyectos de ahorro energético en todo el condado Miami-Dade, incluyendo juzgados, cárceles y edificios de operaciones del Condado.

En el aeropuerto ya ha habido varios proyectos de ahorro energético con relación a las luces y el aire acondicionado, pero este es el mayor, dijo Acosta. El Departamento de Aviación de Miami-Dade es el segundo cliente en volumen de consumo eléctrico del condado, por debajo sólo del Departamento de Agua y Alcantarillado del mismo.

“Es aeropuerto es tan grande que tenemos que hacerlo por etapas”, dijo.

Sólo el año pasado, cerca de 41 millones de pasajeros pasaron por el aeropuerto, el cual cubre más de 3,200 acres y alberga unas 100 aerolíneas de pasajeros y carga.

Aunque los trabajos están en proceso, los pasajeros probablemente no notarán la mayor parte de los mismos y no serán afectados por las mejoras. Puede que haya algunos trabajadores en los garajes — los cuales cuentan con un total de más de 8,000 espacios de estacionamiento — cambiando las lámparas, o dentro de las terminales.

José dijo que se espera que otros seguirán su ejemplo y considerarán la posibilidad de hacer reformas de ahorro de energía.

“Queremos servir de líderes y mostrar a la comunidad que nos importa el medioambiente”, dijo José. “Queremos que la gente sepa que tenemos conciencia de nuestra huella de carbono”.

El Nuevo Herald

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