Uruguay.- El puerto de Piriápolis cuenta con 104 nuevas amarras deportivas. De esta manera, culminó la primera etapa de la ampliación de la terminal. La obra, que exigió un reforzamiento de los muelles, requirió una inversión de US$ 10 millones a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, máxima autoridad nacional del sector.
Las obras también incluyen los servicios de energía, agua potable, protección contra incendios, wifi, sistema de control de varales, iluminación de todo el puerto, defensas, boyas, entre otros. Se demolieron los viejos muelles y duques de alba existentes, se realizó el relleno de las socavaciones en la escollera bajo el muelle demolido y se construyó un enrocado de protección de la escollera, un nuevo muelle bajo y tres marinas.
La ejecución de los trabajos estuvo a cargo de Saceem. La firma consignó que uno de los desafíos de la obra se relacionaron con los trabajos subacuáticos.
Se trata de la primera etapa de un proyecto más amplio y que exigirá otros US$ 10 millones.
Por ahora el puerto tendrá un total de 224 sitios de amarre para yates y otro tipo de embarcaciones. La segunda etapa de las obras comprende la construcción de un muelle de 100 metros de longitud para pequeños buques cruceros y “maxi yates”.
El martes pasado el titular de la cartera de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, y su par de Turismo, Liliam Kechichian, inauguraron las obras.
En la ocasión, las autoridades destacaron que la remodelación permitirá sumar amarras que serán de gran utilidad para los turistas náuticos, llevando a más de 700 los servicios disponibles entre los puertos de Piriápolis y Punta del Este. El director nacional de Hidrografía, Jorge Camaño, informó que estos trabajos se complementarán con obras de mantenimiento estructural en el puerto de Punta del Este.
La obra ya cambió la entrada del balneario
Las nuevas marinas del puerto de Piriápolis (arriba) cambiaron el paisaje de la terminal deportiva, una de las principales entradas del balneario. Los trabajos de alta especialización (ver a la izquierda) exigieron una importante tarea de obra subacuática. La inversión del proyecto alcanzó los US$ 10 millones. Se trata de la primera etapa de un proyecto más ambicioso que permitirá el atraque de yates más grandes y pequeños cruceros.
El País
