Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) tendrá que compartir su infraestructura con los posibles proveedores alternos de combustible, por lo que analiza diversos esquemas para terceros.
“Hay varios esquemas, en términos de la reforma energética, se llama acceso abierto, este permite que otros la utilicen mediante los costos de recuperación”, explicó el coordinador de Negocios del organismo, Jorge Nevarez Jacobo.
Comentó que como parte de la reforma energética, la participación de otras empresas se realizará en lo que se denominada venta final, es decir, a la ala del avión, en tanto las 60 plantas que actualmente tienen no se abrirán a terceros.
Sólo en 2015, mencionó, la venta de turbosina creció en 8.0 por ciento, por lo que cerró con ingresos de cuatro mil millones de pesos, y la estimación de crecimiento para 2016 es similar.
“La industria aérea en México está creciendo en aproximadamente 10 a 12 por ciento por año, por lo tanto, creemos que vamos a tener un crecimiento mínimo de 8.0 por ciento”, reiteró.
Dijo que ASA continua con sus inversiones para mejorar la infraestructura de almacenamiento, que permita satisfacer la demanda que se registra en cada aeropuerto, por lo que, el manejo de la turbosina, se realiza bajo las reglas internacionales.
Nevarez Jacobo dijo además que participan en los estudios de diseño de la planta de combustibles para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en donde también se contará con turbosinoductos y con estándares de sustentabilidad.
NTX