Argentina.- En el puerto marplatense sobrevuelan las incógnitas en el agua, los muelles y hasta en las oficinas del Consorcio Portuario donde, a dos meses del cambio de gobierno, la provincia aún no designó al reemplazante de Jorge Hidalgo en el sillón principal del directorio.
Pese a la incertidumbre que depara una temporada que asoma breve para el calamar y el incentivo de los puertos patagónicos con reembolsos de entre 9 y 11% a las cargas que se comercialicen desde el sur, los actores portuarios locales vienen trabajando sin descanso para consolidar a Mar del Plata como terminal exportadora.
Y ese trabajo comenzó a dar sus frutos. Las navieras han decidido apostar fuerte por la principal terminal pesquera del país y su carga refrigerada. La semana pasada tuvo mucho movimiento. Primero entró el Henriette Schulte, de MSC. Al día siguiente Maersk ingresó con el “Lena”, que dejó más de 80 contenedores vacíos.
El fin de semana llegó el “Saturn”, de 160 metros y más enchufes, para atender la creciente demanda. Es probable que comparta bodega con Hamburg Sud, que hace cabotaje hacia los puertos del norte brasileño. “Lo más importante es que hemos podido dar previsibilidad, algo que no caracterizaba al puerto”, resumió Emilio Bustamante, presidente de la Terminal de Contenedores, que opera con ambas navieras.
Alianza público-privada
También fue clave la mayor apuesta de los industriales pesqueros locales, que de a poco van dejando el camión para transportar la carga 400 km por la autovía y entrar en la maraña burocrática y costosa del puerto porteño. Son cada vez más los que exportan por un puerto que les queda a la vuelta de los frigoríficos. “La reducción del valor del flete se logra con más volumen”, asegura el directivo de la Terminal. El Consorcio se sumó a la rueda y bonifica el scanneo de la carga de todos aquellos contenedores que se despachan por el puerto local. El movimiento aceitado de la carga con nuevas herramientas y vehículos desde la Terminal, terminan de explicar el crecimiento. El sector público en comunión con los actores privados, como para olvidar las postales de inactividad que coleccionó la terminal en los últimos años.
La posibilidad de acrecentar la carga semanal que McCain envía a Brasil de papas fritas pre cocidas y congeladas es otro motivo de peso para que las navieras ofrezcan mayores escalas. La empresa carga 30 contenedores por día que van al mismo destino que la ruta que integra Mar del Plata: Navegantes, el puerto de Río Grande do Sul.
Pensando en captar este tipo de carga adicional, el 24 del actual, MSC suma al “Tabago Bay” a la hoja de ruta que incluye Mar del Plata. El itinerario semanal se completa con San Antonio Oeste y Montevideo. El “Henriette Schulte” seguirá entrando, pero con menor periodicidad.
La pesca con rebaja de retenciones y sinceramiento del tipo de cambio aumentó los envíos al exterior. Pero el calamar abre interrogantes en los 500 estibadores que el año pasado descargaron casi 90.000 toneladas en Mar del Plata.
“Un buque de 600 toneladas en Puerto Deseado tarda 3 días en descargarse porque no hay estructura para recibir tanta demanda. Acá lo hacemos en un día y tenemos portacontenedores dos veces por semana”, contó Alberto Ovejero, de Hipocoop, una de las empresas de estibaje que trabaja codo a codo con la terminal de contenedores para aumentar la operatividad y competitividad del puerto.
Junto a Hipocoop se unieron otras empresas de estibaje para fijar tarifas promocionales. Las autoridades del Consorcio garantizan disponibilidad de muelle de amarre para que la flota potera mejore la logística de descarga y anticiparon reducción en la tarifa del servicio de remolcador.
“Nos reunimos con el intendente Arroyo y se comprometió a interceder ante el presidente Macri para que incluya a Mar del Plata en el esquema de reembolsos”, contó Carlos Mezzamico, secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA).
Desde el Consorcio anunciaron que avanza la obra para la instalación de las balizas del canal principal y el secundario. Pronto los portacontenedores podrán operar en horario nocturno. Un paso decisivo para que las navieras coloquen al puerto con una ventana fija semanal. Otra muestra de previsibilidad.
La Nación
