El Gobierno brasileño anunció que pretende recaudar un mínimo de 4.111 millones de reales (unos 1.150 millones de dólares) con la concesión a empresas privadas de cuatro aeropuertos.
Los terminales son los aeropuertos internacionales de las ciudades de Porto Alegre, Salvador, Florianópolis y Fortaleza, cuya licitación aún no tiene fecha.
Según las previsiones de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), las empresas que quieran gestionar esos aeropuertos tendrán que comprometerse a acometer reformas por un valor sumado de 6.042 millones de reales (cerca de 1.700 millones de dólares).
El aeropuerto con una puja mínima más alta es el de Fortaleza, la capital de Ceará (noreste), que asciende a 1.563 millones de reales (unos 440 millones de dólares) y exige inversiones estimadas de 1.306 millones de reales (365 millones de dólares aproximadamente).
La puja mínima por el aeropuerto de Salvador, capital de Bahía (noreste), le sigue con una puja de 1.490 millones de reales (unos 418 millones de dólares), pero con inversiones mayores, de 2.227 millones de reales (cerca de 625 millones de dólares).
Uno de los requisitos para participar en la subasta es la experiencia en gestionar aeropuertos con una capacidad determinada de público.
La exigencia para Salvador o Porto Alegre es de una experiencia en aeropuertos de nueve millones de pasajeros por año, mientras que para Florianópolis se pueden presentar empresas que ya gestionen terminales de cuatro millones de viajeros.
Esta será la segunda tanda de concesión de aeropuertos brasileños luego de que el Gobierno otorgara licencias para que empresas privadas operen los internacionales de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Natal.
La concesión de los aeropuertos forma parte del Programa de Inversiones en Logística (PIL) que la presidenta Dilma Rousseff anunció el año pasado como herramienta para impulsar la economía brasileña, que está en recesión.
