La Zona Franca solicita al Puerto de Santander 150.000 metros cuadrados para su desarrollo

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La Zona Franca Santander.es , que sustituye al antiguo Depósito Franco y es la sexta de España, está a la espera de la última firma, de la autorización del ministro Montoro, para convertirse en una entidad pública estatal que tendrá su propio delegado. Sin embargo, no ha perdido el tiempo y ya ha iniciado gestiones para diseñar su desarrollo y ha solicitado al Puerto de Santander 150.000 metros cuadrados de terreno, que podrían ser los que ocupaba en su día Campsa y que ahora conforman la denominada Zona de Actividades Logísticas, ZAL, que está desocupada, aunque también están dispuestos a estudiar otras ubicaciones. Actualmente, cuenta con unos 49.000 metros cuadrados que se han quedado pequeños desde hace tiempo.

La conversión del Depósito en Zona el pasado 1 de mayo ha pasado un tanto desapercibida, pero es un paso importante que puede contribuir de forma decisiva al empuje del Puerto de Santander y a la llegada de nuevas empresas tanto de Cantabria, como de Castilla yLeón, Asturias yPaís Vasco, dadas las ventajas arancelarias y de salida al exterior que suponen para sus productos. De hecho, ya se han mantenido los primeros contactos con algunas sociedades interesadas.

El director de la Zona Franca, Fernando Cámara, está convencido de que «se abre un nuevo escenario aduanero y fiscal que atraerá inversiones y puestos de trabajo a la región». Explica que la posibilidad de crear centros empresariales en condiciones de zona franca es muy interesante ya que tiene que tratarse de un recinto cerrado con vigilancia aduanera y contar con terrenos propios o en concesión así como la autorización del Ministerio de Hacienda, que está a punto de llegar.

Conviene recordar que el Consorcio que rige la Zona Franca Santander cuenta con representación del Gobierno de Cantabria, Ayuntamiento de Santander, Cámara de Comercio de Cantabria, AutoridadPortuaria y Banco Santander. Con la nueva normativa comunitaria el Consorcio ha tenido que convertiste en entidad pública estatal, lo que supondrá la incorporación de representantes del Ministerio de Hacienda.

Es precisamente esta conversión la que va a facilitar a la entidad llegar a acuerdos con el Puerto de Santander para poder gestionar suelo portuario para la ampliación de la Zona Franca y, en este sentido, se destaca el «atractivo» de los terrenos de la conocida como Zona de Actividades Logísticas, que ahora mismo no está en uso.

Cámara considera que las empresas cántabras y de las regiones limítrofes deben comenzar a estudiar las grandes posibilidades que obtendrían al establecer centros logísticos, sucursales o incluso operar sin más en las instalaciones de la Zona Franca. De otro lado, hay que tener presente que puede operar cualquier empresa nacional o extranjera con representación en España, bien de forma directa o a través de servicios como los almacenes y depósitos de líquidos.

En los 49.000 metros cuadrados en los que funciona la Zona Franca hay instalaciones como la de Azucarera que son ya emblemáticas y otras que utilizan los diferentes servicios. Durante los últimos años son varias las que han preguntado por sus posibilidades de instalación y a las que se ha tenido que rechazar por la falta de espacio.

El cambio

Sin embargo, las razones del cambio han tenido más que ver con una estrategia de supervivencia ya que la Unión Europea no estaba muy por la labor de mantener los privilegios de la zona franca, pero su importante actividad en puertos como Barcelona, Vigo, Cádiz, Hamburgo o Amberes, entre otros, acabaron llevando al camino de una nueva regulación (nuevo Código Aduanero de la UE), a la que se acogió el Depósito Franco para transformase.

«Ha sido año y medio de gestiones intensas con el apoyo de todos los miembros del Consorcio y, en especial, de su presidente, Modesto Piñeiro», apunta Fernando Cámara.

Transformación

Es evidente que el principal atractivo para las empresas a la hora de instalarse en la Zona Franca Santander son las aduaneras y fiscales de tal forma que si una empresa no comunitaria trae allí sus productos y los mismos se envían a otros puertos, sin salir de esta zona, no tienen que pagar impuestos. Sin embargo, hay también otras posibilidades interesantes como es la instalación de actividades de transformación de los productos, lo que se denomina perfeccionamiento activo. Por ejemplo, se puede traer chapa y pintarla y, siempre que el producto pueda ser identificado, salir sin que tenga que pagar .

Cámara recuerda también que la Zona Franca, en el futuro, puede generar otras actividades económicas como es el caso de Vigo, que es una de las de mayor desarrollo.

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