Es muy probable que el móvil que lleva en el bolsillo o la tableta o el ordenador que usa en casa haya llegado a España en barco. Es solo un minúsculo ejemplo de la inmensa montaña de productos que cada año se cargan y descargan en alguno de los puertos españoles, que según las previsiones, este año batirán todos sus récords de tráfico de mercancías y de pasajeros.
Durante el primer semestre las cifras son imbatibles y, si nada estropea la buena marcha del sector de transporte de mercancías, al cierre de 2016, más de 513 millones de toneladas de todo tipo de productos, habrán pasado por alguno de los 46 puertos que controla el Ministerio de Fomento a través de Puertos del Estado, según sus previsiones a tenor de los datos acumulados hasta junio, publicados esta semana. Además, más de 30 millones de pasajeros habrán usado esas instalaciones, en las que atracarán cerca de 140.000 barcos. La mejora de la situación económica en general, así como la consolidación de España como nodo logístico estratégico están detrás de este crecimiento.
A tenor de los datos obtenidos hasta junio, Fomento prevé máximos en casi todos los tipos de mercancías que se gestionan en los puertos. Sólo se mantienen en niveles similares a los de 2015 los graneles -productos sin envasar, tanto líquidos (petróleo, por ejemplo) como sólidos (carbón, cereales, harina, cemento…), que suponen la mitad de las mercancías, 127,9 millones de toneladas. Otro 46,6% (117,5 millones de toneladas hasta junio, un 5,77% más que en 2015) corresponde a la llamada mercancía general, productos envasados o empaquetados –el móvil u ordenador mencionados al principio, por ejemplo-, la mayoría de los cuales, un 70%, viaja en alguno de los 7,38 millones de contenedores que han recalado en alguno de los 46 puertos de interés que controla el Organismo Público.
Mercancía de paso
No toda la mercancía se queda en España. Una cuarta parte solo es descargada para seguir su camino hacia otra parte en otro buque. Es la llamada mercancía en tránsito, 60,4 millones de toneladas en los seis primeros meses del año, un 1,3% más que el año pasado. Más de la mitad esperan destino en el puerto de Algeciras, enclave estratégico que conecta dos mares y tres continentes, Europa, África y América, y que es, por volumen, el puerto mercante más importante de España. Por su situación geográfica, “los puertos españoles, la Península Ibérica en su conjunto, se han consolidado como un nodo logístico mundial”, sostienen desde el Gabinete de Prensa de Puertos del Estado. En este campo, la entidad atisba un futuro halagüeño. “Con la apertura del nuevo canal de Panamá, muchos puertos españoles están ojo avizor para ofrecer su capacidad” a un eventual aumento del tráfico desde y hacia América.
¿Pueden los puertos asumir esos incrementos? Según Puertos del Estado, de sobra. “Entre 1992 y 2005 se hicieron grandes inversiones en las instalaciones, hasta más de 1.000 millones algunos años. Todos los puertos querían mover de todo”, afirman fuentes del departamento. Así, sostiene que actualmente en algunos casos se está usando alrededor del 55% de la capacidad instalada, por lo que “tienen instalaciones suficientes para atender el aumento del tráfico para unos 20 años”.
A juicio de Puertos del Estado, la mejora debería ir ahora del lado de tierra, sobre las infraestructuras a través de las cuales salen las mercancías de los puertos: carreteras y, sobre todo, el ferrocarril. Ponen de ejemplo el corredor mediterráneo ferroviario, con el que una mercancía descargada en Algeciras podría llegar rápidamente a cualquier punto de Europa sin necesidad de que un barco rodease toda la península y la costa francesa hasta llegar a Rotterdam (Holanda), el puerto más importante de Europa. En este terreno, España tiene un camino por recorrer: en Europa, cerca de un 15% de las mercancías salen del puerto sobre raíles; en España el porcentaje cae a la mitad.
El País