El 80% de los pasajeros optó por quedarse en la capital y el resto se repartió por la provincia.
Ochenta cruceros al año. Esa es la meta que se han marcado el presidente del Puerto, Juan Antonio Gisbert, y el director de la terminal, Francesco Balbi, para consolidar Alicante como un destino puntero de los barcos que surcan el Mediterráneo. Cuatro buques hicieron ayer posible que la ciudad superara sin problemas su particular «test de estrés» al atender en una misma jornada a un total de 12.000 turistas, entre cruceristas y tripulantes, con la previsión de que dejaran en las arcas una cantidad cercana al millón de euros, gracias a un gasto medio de 80 euros por crucerista, 20 de los tripulantes y los cerca de 45.000 euros de los propios barcos para sufragar los costes de tasas y avituallamiento. Una cifra, no obstante, difícil de cuantificar y complicada de ratificar a tenor de los comentarios de hosteleros y comerciantes.
Además, en uno de los cruceros, el Horizon, que tiene 16 salidas programas este año desde Alicante, embarcaron mil turistas, muchos de los cuales habían hecho noche el miércoles en los hoteles de la ciudad porque Alicante es la base de este barco para toda la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Murcia. Este año el Puerto tiene programadas 52 escalas con cien mil cruceristas, un 5% más que el año pasado.
Tanto Francesco Balbi, como Juan Antonio Gisbert, como el alcalde, Gabriel Echávarri, destacaron que la jornada había transcurrido con total normalidad, y el hecho de que la propia ciudad había respondido «demostrando que todos debemos estar implicados en atender lo mejor posible a los visitantes».
El 80% de los cruceristas se quedó en Alicante, bien paseando por las calles, visitando el castillo de Santa Bárbara y comprando en los comercios (según Francesco Balbi a estos pasajeros les interesa adquirir productos locales sobre todo si sólo hay una escala en España) de la ciudad, aunque también gastan en las tiendas libres de impuestos en el interior de los barcos, según apuntaron fuentes del sector turístico. El otro 20% optó por subirse a los autobuses y partir rumbo a Novelda (bodegas), Guadalest, Elche, Alcoy y Altea, que fueron las excursiones más demandadas por los cruceristas.
Juan Antonio Gisbert, presidente de la Autoridad Portuaria, celebró también el día histórico para el Puerto. «Hasta que no he visto a todos los barcos amarrados no lo tenía del todo claro -bromeó- pero es un día para el recuerdo porque es la primera vez que hemos recibido cuatro barcos al mismo tiempo. Cabría uno más pero no tenemos más capacidad pero días como el de hoy deben animarnos a seguir trabajando por los cruceros». El Puerto se ha marcado como objetivo recibir a 80 cruceros al año.
Además, durante 2017 las escalas como puerto base han aumentado de 6 a 15, lo que «cada vez consolida más a Alicante como puerto de salida», una situación muy beneficiosa porque aumenta el gasto del turista en la ciudad. Los dos primeros buques en atracar en el muelle 14 de la terminal alicantina fueron, sobre las 8 horas, el Horizon (Pullmantur), de 207,4 metros de eslora y con capacidad para 1.400 pasajeros, y el Ventura (P&O), con 3.083 cruceristas. Después llegaron el MS Marina(Oceanis Cruises), con 1.258 turistas, y el Jewel of The Seas (Royal Caribbean), con 2.100.
Nueve compañías de cruceros hacen escala en la ciudad y el aumento de la actividad llega después de dos años de incrementos. «Ojalá los alicantinos pasemos a tener los problemas de Barcelona donde los cruceristas invaden la ciudad, ya que los cruceros benefician mucho porque estos turistas gastan más que el resto de visitantes», señaló el presidente Gisbert, que destacó el gran dispositivo de seguridad desplegado en la ciudad ya que los cruceristas valoran la ausencia de robos. A estos buques se suma hoy el FTI Berlin con 377 cicloturistas y el sábado uno más. El Ayuntamiento les ha preparado una ruta que les llevará a las playas de San Juan y Urbanova.
En solo 72 horas, seis cruceros.
