La cantidad de carga movilizada en el Puerto de Altamira, uno de los más importantes del país, va al alza, y de la mano también está llegando más inversión, pues empresas privadas ya tienen puesto el ojo en este lugar para incrementar su capacidad.
Prueba de ello es que las empresas Altamira Terminal Portuaria, así como Infraestructura Portuaria Mexicana invertirán en conjunto 3 mil millones de pesos para la ampliación de sus terminales en este lugar, informó José Carlos Rodríguez Montemayor, director general de la Administración Portuaria Integral (API) de Altamira, que tiene la concesión del sitio.
Con esto, buscan aumentar el movimiento alcista de contenedores, pues de enero a septiembre de este año, en dicho puerto se movilizaron 15 millones 896 mil toneladas de carga, 19.2 por ciento más que en el mismo periodo de 2016, según cifras preliminares de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
La ampliación de las terminales de usos múltiples permitirá un incremento de hasta 700 metros lineales en los frentes de agua que se sumarán a los mil 200 metros de muelles ya existentes.
“El desarrollo de estas nuevas instalaciones portuarias permitirá la consolidación del puerto como la plataforma logística para el centro y noreste de México”, dijo Rodríguez Montemayor.
Aunado a esto, se estima un crecimiento en los patios de operación, lo que a su vez permitirá aumentar la capacidad operativa de las terminales y así brindar un mejor servicio.
El recurso de inversión empezará a aplicarse a partir del próximo año.
Sin embargo, éstos no son los únicos planes de inversión, pues la empresa estadounidense Valero, una de las refinadoras más grandes del mundo, ya cuenta con un permiso para comercializar petrolíferos en México, y tiene interés en el Puerto de Altamira, que inició operaciones hace 32 años, tiempo en el cual han arribado aproximadamente 29 mil 695 embarcaciones y se han movilizado más de 238 millones de toneladas.
En este lugar y otros dos que considera, la compañía extranjera contaría con almacenamiento y operación tanto de carrotanques como de terminales para la carga de autotanques.
Pero no solo eso, en este puerto también está la posibilidad de que tenga un muelle, lo cual se ve altamente probable, pues la compañía con sede en San Antonio, Texas, ya tiene permisos para importar gasolinas, diesel y turbosina, otorgados por la Secretaría de Energía (Sener) el año pasado.
A esta inversión se suma la que se realizará en obras de infraestructura y modernización de accesos al lugar, para lo cual están contemplados 500 millones de pesos.
Además, están pendientes cuatro licitaciones para la terminales de fluidos 1 y 2 así como para patios de automóviles, cuyo fallo se llevará a cabo en enero de 2018, según los proyectos considerados.
La terminal de fluidos permitirá la importación de combustibles al desembarcadero de Tamaulipas una vez que inicie operaciones, lo que detonará un aumento en el movimiento de carga y derrama económica para la zona, ya que se trata de dos nuevas terminales.
También beneficiarán al sector laboral, donde el Puerto de Altamira ya tiene un papel importante en la entidad, debido a que contribuye con 3.3 por ciento de la generación de empleos.
El potencial del lugar es tal, que el director general de la API Altamira se reunió con las empresas Hyundai Glovis México y Ferromex para plantear un proyecto de adecuación a las vías ferroviarias para el manejo de vehículos.
Se tiene estimado que este año lleguen al puerto alrededor de 90 mil vehículos de la empresa KIA, quien para 2018 tiene programadas 123 mil y cerca de 200 mil en 2019.
Entre los proyectos de inversión se ubican otros que arrancaron recientemente.
Uno de los más importantes es el inicio de la construcción del gasoducto Texas-Tuxpan en mayo pasado, el primero en su tipo en México.
Derivado de las reformas al sector energético, Altamira se está convirtiendo en el centro de producción y logística para el desarrollo de este proyecto, al instalarse en el puerto una planta de construcción de tubo lastrado, presumieron autoridades locales y federales.
En este sitio se fabricarán alrededor de 55 mil piezas de tubo de acero, revestido de concreto, para la edificación de un gasoducto entre el Sur de Texas en Estados Unidos y Tuxpan, con un ramal justamente en Altamira.
Uno de los beneficios de esta obra es la carga adicional de un millón 500 mil toneladas comerciales que arribarán a este lugar, debido a los diversos insumos que ingresarán a través de las terminales comerciales actuales.
La obra también ha detonado en la zona la generación de alrededor de mil 500 empleos directos e indirectos.
Con todos estos proyectos en planeación y ejecución, se espera que este puerto, que a principios de este año obtuvo el Certificado de Industria Limpia, continúe como un puente en la comercialización de mercancía del Golfo de México entre el País y el extranjero.
El Mañana