La bahía de Santa Lucia se engalanó con la presencia de los cruceros “Criystal Serenity” y el “Amadea”, que arribaron este miércoles por la mañana al puerto de Acapulco, trayendo consigo a casi dos mil pasajeros que dejaron una importante derrama económica y que representó una bocanada de oxígeno para los prestadores de servicios turísticos.
En efecto, siguiendo la temporada de cruceros, el primer navío en avistarse en la bocana del puerto fue el “Criystal Serenity”, que majestuoso fue avanzando hacía el muelle fiscal, activando los protocolos de seguridad por parte de infantes de la Marina Armada de México.
Este imponente coloso del mar llegó procedente del puerto Calderas, con 595 pasajeros y 635 tripulantes, cuyo capitán, Egil Giske, ordenó hacer maniobras para poder anclar el crucero en el muelle fiscal, a fin de que pudieran visitar los sitios de interés de este destino de playa.
Casi 45 minutos más tarde, se avistó al segundo crucero, no menos de imponente como el primero, el cual llegó de la bahía de Huatulco, Oaxaca, con 510 pasajeros y 313 tripulantes, el cual también quedó anclado en el muelle fiscal.
Mientras que, en tierra, elementos de la Policía Federal división Gendarmería y policías turísticos se hicieron cargo del dispositivo de seguridad y así poder garantizar la estadía de los turistas extranjeros.
Por la tarde, el primero en levantar anclas y salir a cumplir con su bitácora de viaje fue el “Criystal Serenity”, que en punto de las 18:00 horas zarpó con dirección a Puerto Vallarta.
Al filo de las 21:00 horas lo hizo el “Amadea”, que a su vez partió al mismo punto, dejando un grato sabor de boca a los prestadores de servicios turísticos, que se vieron beneficiados con la llegada de estos dos cruceros en esta cuesta de enero.