Marco Antonio Salinas: ‘Proyectamos un consorcio con Perú para el puerto de Ilo’

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Lo importante es tener muchas opciones para poder llegar a los mercados en ultramar. Esa es la postura del presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), quien asegura que éste será un año clave para lograr alianzas empresariales con Perú que permitan desarrollar el puerto de Ilo u otra nueva alternativa.

— La Cámara Nacional de Comercio (CNC) trabajó en un estudio sobre las concesiones portuarias que tiene el país. ¿Cuál es la perspectiva de este análisis?

— El sector privado es el que tiene que dar asesoramiento, la postura técnica respecto a los puertos, porque generalmente es un tema muy hormonal para los bolivianos, (porque) cuando hay un bloqueo en Arica se dice ‘vámonos a otro puerto’, pero sin planificar. El 90% de la carga que se importa y exporta es de empresarios bolivianos, entonces son ellos los que toman la decisión final sobre el puerto.

— Existen pactos binacionales…

— Hay un acuerdo entre ASPB (Administración de Servicios Portuarios-Bolivia y Enapu (Empresa Nacional de Puertos del Perú) para llevar 60.000 toneladas de carga por año. Esto es interesante, pero solo puede hacerse a través de un consenso con el sector privado, excepto para esa carga de proyectos especiales del Gobierno que es poco. Queremos que los puertos que usemos sean más competitivos y mucho más baratos.

— ¿Y cuáles serían esos puertos?

— Hicimos en marzo (de 2017) un foro para analizar el uso de puertos alternativos (a los empleados tradicionalmente en la costa norte de Chile) y cada operador expuso sus inquietudes, beneficios y capacidades. En este tema, no todos los puertos son iguales, muchos de ellos se especializan (…). En el Pacífico solo hay dos megapuertos, Valparaíso (Chile) y Callao (Perú) y el resto, Arica, Iquique y otros son puertos de bolsillo. Entonces, tiene que haber toda una estrategia empresarial que coadyuve al Gobierno que hace los acuerdos bilaterales.

— ¿Y qué papel juegan los empresarios en esa estrategia?

— La tendencia, a partir de los años 90, es la concesión de los puertos. Eso genera un espacio nuevo para nosotros (…) y hemos llegado a la conclusión de que el país y los empresarios bolivianos tenemos que entrar en el manejo de puertos. Por ejemplo, en el puerto de Arica, el 80% de la carga es boliviana y allí hay una multitud de pequeños importadores (…) que se reúnen para aprovechar el almacenaje gratuito por un año (por efecto del Tratado de 1904). Pero esta carga ha enriquecido a los dueños de la concesión; les ha hecho ganar mucho dinero y nosotros lo vimos de palco.

— En 2004, cuando se privatizó Arica, ¿los empresarios bolivianos no participaron?

— No. Lamentablemente no ha habido esa visión; nunca hemos participado y perdimos oportunidades, aunque con Chile el tema es siempre difícil por un asunto geopolítico.

— Ahora está la concesión en Ilo. ¿Cómo está ese proceso?

— Nos comentaron que había comenzado un trabajo de la ASPB, que ahora es una empresa estratégica para esa concesión (…). Hasta ahora desconocemos las causas por las que esa entidad no llegó a presentarse. Desde el momento en que la ASPB pasó a ser una empresa estratégica nos cortaron un puesto en el directorio; nos han sacado cuando antes teníamos un escenario para coordinar.

— Entonces, los empresarios son los que tienen el desafío…

— Como el Gobierno no tomó la decisión de entrar al manejo de puertos, nosotros queremos hacerlo. Estuve en Lima (a fines de octubre de 2017), allí me reuní con autoridades del Gobierno del Perú. El vicepresidente (Martín Vizcarra) ha manifestado su enorme interés de que empresarios bolivianos y peruanos concesionen Ilo. Lo que estamos haciendo este año es hacer un consorcio boliviano-peruano y presentarnos para adjudicarnos la concesión de Ilo.

— ¿Bajo qué modalidad?

— Puede ser bajo iniciativa propia (de los empresarios) o a través de una licitación. El año pasado una empresa ofreció invertir $us 230 millones, pero el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski la desestimó. Además, antes la concesión era solo para 30 años, ahora es a 60 años y eso hace más rentable el proyecto.

— ¿Hay plazos?

— No específicos, pero hay que hacerlo cuanto antes para evitar que se nos adelanten empresarios chilenos o peruanos. La idea es que éste sea un consorcio binacional.

— Está también el proyecto del tren bioceánico…

— Esa es una gran ventaja, aunque el puerto de Ilo es muy pequeño y está muy expuesto a las marejadas; no se puede operar todo el año. Hay que construir un rompeolas que está en el orden de $us 80 millones para que líneas navieras lleguen regularmente. Ahora a Ilo solo llegan chárters (a pedido), lo que encarece los fletes (…). Se necesita también garantizar carga de ida y vuelta para hacer rentable el transporte terrestre. Desarrollar un puerto requiere de una estrategia y a nosotros nos interesa que sea operable todo el año.

— Eso quiere decir que se quiere competir con el puerto de Arica

— Los empresarios tenemos que concesionar Ilo pero sin dejar Arica y Antofagasta, que es para minerales (…). Ahora solo podemos con Ilo, porque Matarani y los puertos chilenos ya están concesionados. La otra opción es hacer un nuevo puerto en el sur del Perú que está en agenda, pero esto requiere cinco años. Tuvimos reuniones con constructores chinos para ese proyecto, pero Ilo es lo más rápido y hará que los bolivianos aprendamos del negocio de puertos. Eso debe ser este año.

— Hace falta formar administradores portuarios y esa carrera no existe aún en Bolivia…

— Si concesionamos Ilo, vamos a tener que contratar y formar a especialistas de Bolivia. Que exista esa carrera —que aún no hay—, va a servir para generar empleo.

— Y en el Atlántico está Puerto Busch. ¿Qué perspectivas se tienen para desarrollar ese puerto?

— Para el Atlántico, estamos convencidos de la rentabilidad de Puerto Busch. Hay que construirlo y estamos hablando de $us 600 millones, pero es que esto es soberanía de Bolivia. Los empresarios de Santa Cruz están trabajando ahí.

Debemos estar preparados para el fallo de la CIJ

Los empresarios exploran entre sus posibilidades de inversión una estrategia para operar el puerto de Ilo y otros embarcaderos que puedan emplearse también a merced de un eventual fallo favorable a Bolivia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

— Existen como 12 concesiones portuarias, prácticamente abandonadas y el Gobierno suele reclamar por la iniciativa de los privados.

— Los empresarios tenemos que asumir nuestro rol y ver más allá. La CNC desde abril se puso este desafío en una coyuntura que no es la misma que hace 10 años, cuando nuestra carga era muy menor.

— ¿Y por eso Arica colapsó?

— Toda esa cantidad de carga permite hacer ver que un puerto alternativo será totalmente rentable. (…). Estamos dispuestos a trabajar; hay empresas peruanas dispuestas. Muy pronto vamos a firmar un acuerdo con ellos; avanzamos de manera muy acelerada.

— ¿Con Chile no hay nada?

— Tenemos con Chile muchas conversaciones y, cuando me reuní con sus representantes diplomáticos, les sugerí que deberían permitir la participación de empresarios bolivianos en la administración de los puertos.

— ¿Pedirían ajustes en los acuerdos bilaterales que permiten el uso de puertos en países vecinos?

— Tenemos que sentarnos con el Gobierno en el plano técnico (…). En Ilo, tenemos que trabajar a partir de una estrategia binacional y que ASPB no cobre lo que cobra en Arica porque haría inviable el proyecto.

— ¿Qué espera del fallo de la CIJ?

— Si de aquí a 20 o 50 años, Bolivia accede a un puerto soberano, ya vamos a tener gente capacitada, empresarios capacitados y así debemos y estaremos listos para trabajar.

Marco Antonio Salinas es presidente de la CNC desde abril del año pasado. El gran desafío que planteó en su directorio está vinculado con promover alianzas empresariales para operar el puerto de Ilo o construir uno nuevo en el sur del Perú. Pide para ello una estrategia nacional con mirada al mar.

Pérfil:

  • Nació en La Paz el 22 de enero de 1964. Profesión: Administrador de Empresas. Ocupación: Presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) desde abril de 2017.
  • Vinculado a los rubros de la construcción y servicios. Fue vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia; ocupó varios escaños en gremios empresariales.

La Razón

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