Las esperadas obras para ampliar la bocana del puerto han comenzado esta misma semana, con el derribo de los elementos superficiales, en torno a la antigua sede de la Cruz Roja y el viejo abrigo del Club Mediterráneo, que también serán demolidos. El proyecto, que permitirá casi duplicar su anchura, facilitará a los buques las maniobras de acceso a los muelles interiores del puerto, los situados en la dársena del Marqués de Guadiaro. En estos tiene su punto de atraque el Melillero, pero también los cruceros de lujo que acceden hasta el muelle 2. Además, hay que recordar los planes de la Autoridad Portuaria para crear un puerto deportivo en el 1.
Los trabajos, que estarán concluidos a finales de 2015, fueron adjudicados a la constructora SATO, y comprende una batería de actuaciones: la que está en marcha actualmente, con la demolición de los edificios e instalaciones portuarias afectados; la excavación y dragado de materiales (hasta la cota menos diez); la construcción de un talud protegido con escollera y un muro protección al borde de la plataforma.
La zona de actuación se sitúa en lo que es la práctica totalidad de la antigua dársena de embarcaciones menores (con unas dimensiones interiores aproximadas de 115 por 113 metros); así como la zona hacia el muelle Adosado al Dique de Levante (ADL), en unos 50 metros. En los terrenos colindantes es donde se ha previsto la instalación del acuario.
La iniciativa también prevé acometer un dragado en una línea coincidente con el ADL, para mejorar las maniobras de atraque. Así como la adaptación de este muelle para que puedan hacer uso de él embarcaciones de esloras mayores, mediante un refuerzo de las estructuras. El proyecto, financiado en parte por los fondos europeos, tienen un presupuesto de 1,1 millones y un plazo de ejecución de diez meses.
Diario Sur
