El Puerto de Avilés encarga un estudio para evaluar el impacto de los dragados

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La Autoridad Portuaria ha sacado a concurso el denominado estudio de caracterización y gestión del material de dragado de mantenimiento de calado, cuyo objeto es estudiar el impacto medioambiental de los dragados que se realizan periódicamente con el fin de garantizar la navegabilidad en el acceso a la ría y en sus aguas interiores y también la gestión de los materiales extraídos, es decir, su tratamiento y destino final. Tal actuación, que realiza una empresa privada, requiere un estudio de impacto ambiental, y el actual caduca este año.

Los pliegos señalan que «dado el carácter periódico de los trabajos de dragado de mantenimiento, susceptibles de repetirse periódicamente en años sucesivos y en idénticas condiciones, se deberá tener en cuenta el efecto acumulativo de impactos por al menos cuatro años y un plan de seguimiento, en el que se incluyan las medidas que permitan la ejecución el proyecto».

El estudio deberá analizar la tipología de muestras extraídas en el entorno de los muelles y de las zonas de navegación y dársenas portuarias. También se realizará un muestreo a la altura de la playa de Xagó con el fin, entre otros, «de identificar el alcance de los posibles efectos del vertido de los materiales dragados y previsión de medidas correctoras que minimicen los efectos».

El proyecto nada tiene que ver con los dragados previstos en el círculo de maniobra, la vía de acceso a los nuevos muelles de la margen derecha. En este caso, el objetivo es aumentar el calado hasta los doce metros y medio, lo que permitirá el atraque de buques de mayor porte. El volumen de dragado calculado asciende a 325.084,76 metros cúbicos, fundamentalmente arena y fango.

La zona de vertido de los materiales extraídos tradicionalmente utilizada por el Puerto de Avilés se sitúa frente a Xagó, a profundidades situadas entre los 27 y los 35 metros. En esta ocasión, el sistema para la deposición del sedimento se realizará mediante una técnica novedosa consistente en la instalación de una monoboya y tubería vertical submarina (cuyo extremo inferior estará próximo al fondo marino) en cuyo extremo superior se acopla la conducción de vertido de la draga.

El Comercio

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