En su columna publicada en el diario El Universal, el coordinador general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Ruiz de Teresa, afirmó que las reformas constitucionales, en específico las del sector energético, corrigen las deficiencias del pasado.
Al contrario de las legislaciones improvisadas y desreguladas de los años 90, el funcionario aseguró que hoy estamos frente a una apertura inteligente y estratégica, que será la más vigilada y transparente de nuestra historia.
En esta Reforma Energética, la modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, así como las 21 leyes secundarias, son resultado de un proceso de más de 30 años de liberalización económica. Ruiz de Teresa opina que la principal lección de este proceso es que la supervisión del Estado es condición indispensable para garantizar el correcto funcionamiento del nuevo modelo energético.
De acuerdo con el funcionario de la SCT, las privatizaciones en años anteriores no generaban nuevas inversiones, el Estado se desprendía de activos y luego, con tarifas aumentadas, se hacían inversiones. No obstante, ahora el panorama es diferente, ya que con esta nueva implementación se forma un nuevo arreglo que refuerza la coordinación de la política energética.
“En esta ocasión la idea no es privatizar ni vender, sino abrir para aprovechar la inversión privada como un motor de crecimiento pero sin renunciar a la soberanía sobre nuestros hidrocarburos”, destaca Ruiz.
El periodista destaca que, con esta reforma impulsada por Enrique Peña Nieto, se establecen pesos y contrapesos delimitados, y se fortalece a la Secretaría de Energía y anexas, por lo que estarán más facultados para velar por los intereses del país.
“Por primera vez en nuestra historia la apertura económica se reconcilia y fortalece con un verdadero sentido nacional (…) hoy México abre su sector energético sin riesgos de futuros rescates y sin perder soberanía en beneficio de todos los mexicanos”, concluyó.
