La naviera dinamarquesa Maersk volvió a operar en el puerto de Rosario. Ayer llegó el primer buque a Terminal Puerto Rosario (TPR), que de esta forma se consolida como puerta de salida de los productos de la Región Centro, el NOA y el NEA. También comienza a posicionarse como una mejor alternativa frente al gigante y más distante puerto de Buenos Aires.
El primer buque de Maersk, con 1.200 teu de capacidad, llevará la carga de Rosario hacia Río Grande Do Sul (Sur de Brasil), puerto de transbordo que permitirá conectar con todos los servicios oceánicos de la naviera. En esta oportunidad la principal carga es maní cordobés.
Durante una recorrida para la prensa durante el proceso de carga, los directivos de TPR destacaron que este acuerdo estratégico con una de las mayores navieras del mundo permitirá a la terminal incrementar el flujo de negocios y aumentar el movimiento de contenedores alrededor de un 25%.
Diego Fernández Querejazu, gerente general de TPR, anticipó que el servicio inicialmente tendrá una frecuencia quincenal pero a partir de 2016 pasará a contar con un servicio semanal.
De esta forma el Puerto de Rosario ofrecerá la totalidad de los principales destinos del mundo a los clientes que usen este servicio, al sumarse a los diferentes puertos de transbordo alcanzados a través de los anteriores acuerdos de TPR con otras dos navieras: MSC y Hamburg Sud.
“Creemos que este es un gran avance en el desarrollo de la región, por el potencial de carga que tiene la zona y el hinterland de Rosario y hoy TPR está en condiciones de garantizar calidad de servicio, conocimiento, experiencia y todo lo que se necesita para una operación confiable”, afirmó Fernández Querejazu, quien se mostró más que conforme con el movimiento de 25 mil contenedores durante este año y una proyección de 38 mil en 2016.
A pesar del contexto global de baja en el comercio internacional, el gerente general destacó que “el puerto se preparó para este momento”. En ese sentido, apuntó:
“Venimos de una época en que no había movimiento; ahora con 10 ó 12 escalas mensuales de buques tenemos conexión para llegar a todos los destinos del mundo”.
Fernández Querejazu dijo que la llegada de Maersk los obliga a seguir invirtiendo. En TPR sumaron más capacidad a su plazoleta fiscal, que hoy cuenta con una capacidad de 50 mil contenedores.
Carlos Bello, director de TPR, explicó que entre las inversiones que fueron necesarias para hacer posible la llegada de la naviera dinamarquesa se destacan más de u$s 25 millones destinados a la adquisición de equipamiento. Esto incluyó la adquisición de dos grúas y la implementación del sistema Rotabox, una solución amigable con el medio ambiente para la carga de graneles alimenticios. Es la primera terminal en América y el tercer puerto en el mundo en implementar esta innovación.
“Hubo navieras que competían para llevarse la carga a Buenos Aires, hoy está Rosario como una opción”, indicó al tiempo que destacó la importancia de acortar los tiempos de salida de la mercadería desde el puerto local.
Con los incrementos de oferta y calidad de operación de TPR se espera que empiecen a operar a través de Rosario productos como la fruta del norte argentino y Entre Ríos, entre otros propios del hinterland de Rosario. La contenerización de commodities agrícolas significa un importante avance pues reduce el costo total de la cadena logística.
El director de TPR planteó un escenario positivo a partir del recambio presidencial en Argentina que se dará a partir del 10 de diciembre. “Este año fue muy difícil, no hubo negocios de importación-exportación. Estamos peleando para conseguir más trabajo y lo estamos logrando en un sector en donde las políticas eran restrictivas para los puertos”, señaló Bello, quien también destacó la importancia del pacto de no agresión logrado con los trabajadores portuarios para garantizar la actividad de la terminal.