Cuando el vuelo 1549 de US Airways aterrizó de emergencia en el río Hudson de Nueva York, los medios corrieron en busca de testimonios de los pasajeros. Darren Beck, un ejecutivo de márketing de 39 años, describió para Los Ángeles Times la situación de la cabina del pasaje momentos antes del accidente:
Para Darren Beck era otro rutinario vuelo de regreso a su casa de Charlotte. Estaba hojeando un ejemplar de la revista Fast Company. Explica que el ascenso fue suave y estable hasta que ocurrió la explosión en el lado izquierdo del avión. “Parecía una lavadora fuera de equilibrio, cada vez que giraban, algo hacía pum, pum, pum”. El piloto dio un giro a la izquierda y Beck pensó que se dirigían de regreso a La Guardia. No tenía ni idea de que el Airbus A320 iba a caer en el helado río Hudson.
Su única pista llegó momentos antes del impacto: “Las dos azafatas, que estaban atadas en la parte delantera del avión, comenzaron a corear al unísono ‘mantengan las cabezas agachadas y prepárense para el impacto’. Siguieron repitiéndolo una y otra vez, no sé si llegaron a parar. Eso me puso un poco más nervioso. Pude ver por la ventana cómo el agua se acercaba cada vez más. Pronto me di cuenta de que íbamos a sumergirnos”.
Para entender cómo procede la tripulación ante un aterrizaje así, hay que saber que existen dos tipos de emergencias, las previstas y las imprevistas. La de US Airways fue de las segundas. “Se llama emergencia imprevista porque casi no hay tiempo para preparar la cabina para un amerizaje o aterrizaje de emergencia” nos explica Lucía Taboada, ex sobrecargo de vuelo y autora de Diarioazafata. Gritar al pasaje “inclínense y protéjanse la cabeza” antes del impacto es uno de los procedimientos a seguir. Los auxiliares repasan estos procedimientos en silencio durante cada aterrizaje y despegue. “En las fases de despegue y aterrizaje hacemos una cosa que se llama Silent Review. No podemos hablar con el compañero ni hacer nada, sólo repasar mentalmente el procedimiento de emergencia imprevista por si pasa algo así” cuenta Lucía.
En el caso de las emergencias previstas (“por ejemplo, si sabemos que está ardiendo un motor en fase de crucero”) la tripulación dispone de cierto tiempo para preparar la evacuación. Los auxiliares de vuelo repasan a diario los procedimientos de emergencia en una sesión informativa con el comandante y el sobrecargo, responsable de la tripulación de cabina. Cuando se declara una emergencia, el comandante pide al sobrecargo que acuda a la cabina de vuelo para informarle (a través de una señal sonora o con un mensaje por los altavoces). El piloto le comunica el tipo de emergencia, el tiempo disponible y otras instrucciones sobre el procedimiento. Mientras tanto, el resto de los auxiliares guarda discretamente los carritos y asegura la cocina.
Los auxiliares de vuelo identifican a los médicos, bomberos y personas en mejores condiciones físicas del pasaje para que puedan ayudar con la evacuación
El sobrecargo repite el mensaje a los auxiliares de vuelo y todos sincronizan sus relojes; para los auxiliares es obligatorio viajar con reloj. A continuación solicitan por el PA (megafonía) que se identifiquen los médicos, bomberos y trabajadores de otras aerolíneas del pasaje. También buscan a las personas en mejores condiciones físicas (ABP, able body passengers) para que puedan ayudar con la evacuación. Los auxiliares explican la emergencia a los pasajeros y les recuerdan todo lo que ya contaron antes de despegar (salidas de emergencia, ruta de evacuación, uso de los chalecos salvavidas…). En este momento, los auxiliares enseñan al pasaje cuál es la posición de seguridad que deben adoptar antes del momento del impacto.
En un hilo de Quora, Nuralia Mazlan cuenta la experiencia de una amiga y auxiliar de vuelo que vivió un accidente de avión al fallar el tren trasero de aterrizaje e incendiarse el tren delantero. Del silencio total se pasa a los gritos:
El comandante informó de antemano a la tripulación y les dio una estimación del tiempo y las expectativas de lo que podía salir mal en un intento de aterrizaje. Tenían aproximadamente media ahora antes de que el control de tráfico aéreo les permitiera aterrizar (cuando fueron informados de los problemas técnicos del avión, los controladores evacuaron una pista de aterrizaje y prepararon los servicios de emergencias médicas y del aeropuerto por si la cosa empeoraba). La tripulación pidió a los pasajeros que se tomaran un momento para leer a fondo el folleto de seguridad. Les dieron instrucciones sobre cómo ponerse en posición de seguridad y qué hacer cuando se diera la señal de evacuar. A bordo se hizo un silencio sepulcral, se podía ver el miedo en los ojos de los pasajeros. Esa fue la primera vez que mi amiga temió por su vida. Tan pronto como el capitán entró en el PA y alertó a la tripulación diciendo ‘asistentes de vuelo en la estación’, la tripulación empezó a gritar ‘brace, brace, heads down’ [proteción, inclinen la cabeza]. Los pasajeros gritaban y gritaban a medida que el avión avanzaba durante el impacto (se salió de la pista).
Cuando se detuvo, la tripulación abrió la puerta en modo armado y se desplegó la rampa. Todos estaban a salvo, aunque el fuselaje del avión quedó gravemente dañado. La aeronave olía a quemado.
Si disponen de tiempo ante del impacto, los auxiliares de vuelo se aseguran de que todas las mesitas estén plegadas, los reposabrazos bajados, los asientos en vertical y los cinturones bien abrochados. En caso de que el aterrizaje de emergencia vaya a producirse en el mar, los pasajeros deben tener puesto el chaleco salvavidas (adultos sin inflar y niños inflado). También deben deshacerse de zapatos de tacón, dentaduras postizas y otros objetos punzantes.
Minutos antes del impacto, el sobrecargo baja luces de cabina y enciende las de emergencia para que se vean todas las vías de evacuación. Desde la cabina de pilotos gritan “brace position, brace position, heads down, heads down” (posición de seguridad, cabezas agachadas). Los auxiliares de vuelo adoptan la postura y repiten el mensaje hasta el momento del impacto. La posición de seguridad debe mantenerse hasta que el avión se detiene. En ese momento pueden pasar dos cosas: si se escucha “evacuación, evacuación”, es hora de evacuar a los pasajeros. Si se escucha “operación normal”, los auxiliares esperan nuevas instrucciones.
Gizmodo