La baja en el tipo de cambio elevará el costo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), a más de 200 mil millones de pesos. Mientras, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) denuncia irregularidades que amenazan el proyecto de la obra emblema del sexenio, y advierte que no permitirá al sindicato de Laura Angélica Hernández ni servidores públicos, ni empresas, pasar por encima del derecho a la sindicación.
En entrevista exclusiva con El Sol de México, el secretario de Transporte del Comité Ejecutivo Nacional de la CTM, Juan Carlos Velasco, abunda en el conflicto sacado a la luz pública por este diario; ratifica la carta de la máxima central obrera al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, y se deslinda de las versiones sobre la vida personal de Hernández Ledezma.
Están en juego hasta el momento –revela- los contratos para el traslado del suministro y retiro de alrededor de 11 millones de metros cúbicos (m3) de materiales, en un parque vehicular de 300 camiones, de los cuales 85 por ciento requiere de ser renovado, dados sus casi 20 años de antigüedad, y las pésimas condiciones de las vías de acceso a las obras, que ya han provocado algunos accidentes.
Velasco Pérez, también secretario general del Sindicato Nacional de Autotransporte, Construcción, Acarreo y Similares, subrayó que “en la CTM la vida privada de las personas, en este caso de la señora Laura Hernández, merece todo nuestro respeto y toda nuestra consideración; no acostumbramos a difamar o a tratar de desviar los temas sindicales con problemas de la vida personal”.
“Mi respeto para doña Laura (Angélica) y le ratifico que Juan Carlos Velasco y miembros del CEN de la Confederación, reprobamos meternos en la vida privada de las personas”, remarcó el dirigente cetemista, en tanto en el Congreso del Trabajo(CT), crece la preocupación por la ventilación de la “danza de negocios” e intereses en la construcción del NAICM, y en la víspera del próximo relevo en el organismo cúpula del movimiento obrero oficial.
Señaló que para la CTM, la edificación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México “es un evento que compartimos totalmente con la idea y el proyecto presentado por el presidente Enrique Peña Nieto, “pero no podemos pasar por alto los problemas que se pueden tener y pueden afectar la buena marcha del Aeropuerto”.
México, dijo, merece este tipo de aeropuertos, que será el mejor de América Latina, con una inversión generadora de miles de empleos, pero lo más importante, que no serán empleos de salario mínimo, sino dignos y a futuro formales, para que un buen número de mexicanos se beneficien de ellos.
“No callaremos irregularidades”
Sin embargo, el dirigente obrero y exdiputado federal de la LXII Legislatura vuelve al punto de controversia en que ha entrado el proyecto del NAICM: “Nosotros lo respaldamos, solo que el respaldar la construcción del nuevo aeropuerto no significa que nos quedemos callados, de irregularidades que nosotros vemos”.
Destacó su preocupación de que “no sé qué intereses pueden mover a algunas gentes que pretenden entorpecer los trabajos del proyecto, y no vamos a aceptar bajo ninguna circunstancia, que el Sindicato de Trabajadores del Transporte y de la Construcción, Similares y Conexos de la República Mexicana, (STTCSCRM), que representa la señora Laura Hernández, a través del señor Max (Máximo Reyes Vilchis), estén pidiendo transporte a empresas constructoras”.
“Y nos van a decir que somos mentirosos y que eso no es cierto –continúa–, pero tenemos muchos años en esta actividad y conocemos a muchas de esas empresas, y muchas de ellas nos han hablado, como es el caso de una empresa de Coahuila, donde uno de sus dueños nos habló, para decirnos que les están pidiendo camiones, pero sin la intervención de los sindicatos”.
Acompañado de dos de su más cercanos colaboradores en las carteras del Jurídico y de Trabajo en el gremio, Juan Carlos Velasco detalló que el empresario coahuilense le dijo: “No, no, no, no quieren (camiones) del sindicato. Nos lo están pidiendo y nos dicen que se los tenemos que poner al señor fulano en Guadalajara y, este a su vez, los va a remitir a un señor Max”.
“Quieren pasar por encima del derecho a la sindicación –puntualiza-, pero eso no va a suceder, los sindicatos no pueden desaparecer, y una organización seria y de la magnitud de la CTM, va y tiene que platicar con las autoridades al más alto nivel, para salvaguardar los derechos de sus representados, en este caso, nuestros compañeros transportistas, que son los más pobres de la cadena”.
El dirigente transportista expresó que sus agremiados son el hombre-camión del proyecto, y “el Presidente de la República es amigo de la CTM, y se ha comprometido, y cumplido, en estar a favor de la gente más desprotegida, como es el sector de los transportistas”.
Por eso, subrayó, es importante también que en la construcción del NAICM se vea también la voluntad de pagar una tarifa digna que permita la renovación de parque vehicular. La última vez que se hizo renovación de parque vehicular, fue durante el periodo presidencial 1988-1994, cuando se construyeron cinco mil kilómetros de autopistas.
Camiones “Frankestein” en las obras del NAICM
Agregó que es tiempo de ver qué se puede hacer para una buena tarifa, que permita destinar una parte a la renovación del parque vehicular, pues “El 85 por ciento de las unidades necesita ser renovado, ya que son camiones con más de 20 años de antigüedad “y así no podremos competir ni certificar la obra, toda vez que la norma internacional establece que los camiones no pueden tener más allá de seis o siete años de servicio.
“El tema para nosotros –aseguró-, es motivo de mucha preocupación, pues nuestra gente tiene camiones con suspensiones de 1980, asientos de 2004, refacciones de 2000 y trasmisiones 1998, por lo que traemos unos “Frankenstein” ahí, pero que salen a trabajar”.
Contra lo que dijo en su momento una autoridad de que participarían ceca de cinco mil camiones en las obras, Juan Carlos Velasco precisó que para el inicio de la obra se ocuparán de 300 a 500 camiones que en lo inmediato se contratarían, “pero en la cresta de la chamba o del proyecto, se podrían llegar a utilizar un máximo de dos mil camiones”.
Adelantó que la renovación del parque vehicular significará un ahorro en gastos por constantes reparaciones, compras de refacciones y en mano de obra, pero requerirá de la comprensión del Gobierno, por parte de Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), y de que se pague y se recomiende a las empresas.
Para ello, debe estar el compromiso de sindicatos de hacer la renovación vehicular, y el involucramiento de la Secretaría de Economía (SE), y de Nacional Financiera (Nafin). “Nosotros confiamos y apostamos a que se pueden hacer las cosas, pero no hemos escuchado a ningún funcionario, a nadie de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), ni de la Secretaría del Trabajo (STPS), ni de Grupo Aeroportuario (GACM), hablar de la preocupación por la antigüedad del parque vehicular.
Al hablar de las vialidades de acceso a las obras del NAICM, Juan Carlos Velasco reconoció que “efectivamente, el ingreso al área de trabajo es un conflicto, un cuello de botella. Las condiciones de los camiones son pésimas”, y para una impresión más certera de la magnitud del problema acepta un recorrido por las áreas periféricas a las obras, donde incluso ya se habla de otra disputa interna para los permisos de venta de comida.
Manipulación de comisiones y cuotas
Sobre el manoseo de los contratos y alteración de tarifas y propuestas que difícilmente se podrán cumplir, el secretario de Transporte del CEN de la CTM aseveró que “aquí lo sorprendente y que vale la pena subrayar, es que Max (Máximo Reyes Vilchis, estrechamente ligado al director operativo del NAICM, Raúl González Apaolaza, desde su gestión como secretario de Educación en Hidalgo), forma parte del CEN del SITRAM.
“Imagínese usted –abundó-, 10 por ciento que cobran de comisión por conseguir la chamba, más cinco por ciento de la cuota sindical del SITRAM más cuatro que retienen las empresas para enterar a la Secretaría Hacienda, y más el dos por ciento de sus sindicatos que tienen que aportar, estamos hablando de un total de 21 por ciento”.
El abogado laboral sostuvo que eso “no es correcto, como tampoco lo es que esté firmado un contrato colectivo de trabajo (CCT) con una tarifa de 9-6, y que ahora dicen que ya se firmó otro con 8-4, y yo lo que hablo lo puedo probar porque tengo papeles, pero ¿qué pasa con el diferencial? ¿Quién lo va a pagar?”.
Advirtió que “para los trabajadores de mano de obra no se va a cumplir el contrato firmado por STTCSCRM y GACM (para la construcción del nuevo aeropuerto), porque lo pudimos platicar con las empresas; ninguna está en posibilidad de cumplir ese contrato”.
Reiteró que la CTM no quiere que se le regale nada. “Lo único que demandamos es que haya piso parejo, que haya equidad, imparcialidad, y que se respete a las empresas con las que hemos trabajado por años, y quieren firmar con nosotros. Ese es el tema en el que demandamos a la Junta de Conciliación y Arbitraje (encabezada por Jorge Alberto Juan Zorrilla Rodríguez), poner mucha atención.
“Esperamos servidores públicos tan institucionales como la CTM”
“Si reunimos los requisitos en forma y fondo que exige la Ley Federal Trabajo para el depósito de un contrato, debe de proceder. Nosotros todavía estamos con la esperanza de que esas cosas se compongan, porque le apostamos a que los servidores públicos sean tan institucionales como la CTM”.
Tras dejar las oficinas de su virtual dirigente nacional, Carlos Aceves del Olmo, el líder transportista aseveró que los sindicatos cetemistas están “abiertos al diálogo y a llegar a un entendimiento, pero el querer trabajar no significa desplazar”.
“Mantenemos –recalcó- una buena relación con las organizaciones que no son de la CTM, pero con y en la carta que enviamos al señor Secretario (del Trabajo), ahí está demostrado que la CTM no necesita coaliciones, y que nuestra Central mantiene una unidad muy férrea y compacta, contra cualquier pretensión de socavar o negar nuestros derechos”.
Juan Carlos Velasco aseguró que los cetemistas respetan a la gente que milita en la CTC, en la CROC, en sindicatos independientes, pues “como organizaciones y trabajadores mexicanos y tienen derecho al trabajo, y la obra da para todos”.
Más adelante, al hablar del impacto que ya han tenido la inestabilidad financiera internacional, en los costos de inversión en las obras en general del NAICM, indicó que “sin lugar a dudas la volatilidad en el tipo de cambio, afecta el proyecto”.
Explicó que los estudios que se hicieron, “si mal no recuerdo, fueron de 169 mil millones de pesos, respecto el costo del aeropuerto, con un cálculo a 13.50 el dólar. Pero hoy nuestra moneda nacional ronda la línea de los 19.00 pesos, y ese porcentaje se tiene que aplicar, y yo creo que habrá de rebasar los 200 mil millones de pesos”.
No obstante, insistió en que “el NAICM es una obra bastante bien sustentada y no va a tener mayor problema, para que los recursos lleguen y se trabajen las etapas con la puntualidad que se tiene
programada”.
El dirigente no lo dice, pero todo ello, si antes no hace crisis la estrecha relación y vínculos que guardan nombres claves en el proyecto, como el del propio Max; Ramón Humberto Ojeda, del CT; Abel Domínguez, de la mexiquense CTC; Isaías González (CROC), Laura Angélica (STTCSCRM) y Raúl González (NAICM).
Por lo pronto, en algunos de los sindicatos nacionales y de industria del transporte cetemista, ya se espera el primer “golpe de timón” el próximo 18 de febrero, con la elección del próximo presidente del Congreso de Trabajo, y la llegada de Carlos Aceves del Olmo a la Secretaría General de la CTM.
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