Los puertos no se van a militarizar: Marina

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Los puertos no se van a militarizar, señaló enfático el vicealmirante José Luis Arellano Ruiz, coordinador general de Protección Portuaria e Instalaciones Estratégicas de la Secretaría de Marina (Semar).

En entrevista con Milenio, el funcionario explicó el proyecto de iniciativa de reforma por la que se transfieren las capitanías de puerto a la Semar, con lo que se fortalecerá la autoridad marítima nacional para evitar confusiones y vacíos de autoridad.

Arellano Ruiz puntualizó que la Marina está capacitada para tomar el mando, “aun si la iniciativa entrara en vigor hoy mismo”.

En el país existen 103 capitanías de puerto que dependen de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), donde trabajan mil 300 personas, quienes —señaló el vicealmirante— deben estar tranquilas, porque “no habrá despidos masivos”.

De este personal, 80 por ciento está sindicalizado y 20 por ciento son trabajadores de confianza. Se prevé que los recursos humanos adscritos a las capitanías de puerto sean transferidos a la Semar con todas las prerrogativas y prestaciones de ley.

El funcionario recordó que hasta 1976 las capitanías de puerto estuvieron a cargo de la Marina. Lo que se está tratando con la iniciativa es concentrar toda la autoridad en la Semar, porque es la dependencia que cuenta con las capacidades y los recursos para dar cumplimiento a los ordenamientos nacionales e internacionales.

El objetivo es mejorar la protección y seguridad marítima y portuaria, pero también solventar las deficiencias con las que pueden operar las capitanías por la falta de recursos, así como transparentar la operación de los puertos, considerando los ejemplos de Lázaro Cárdenas, Michoacán, y Manzanillo, Colima, en los cuales durante los dos años recientes se observó un crecimiento en el monto de ingresos, al reducir los focos de corrupción.

¿Esta concentración de autoridad significa que se van a militarizar los puertos?

—Los puertos no se militarizan, definitivamente no. La Secretaría de Marina, en sus funciones de secretaría de Estado, es la que va a controlar y administrar las capitanías de puerto. Que nuestros compañeros de capitanías de puertos no tengan temor ni incertidumbre. No vamos a hacer nada que les afecte sus condiciones laborales. Vamos a respetar puntualmente todas sus prerrogativas de ley. Lo que quisiera que vieran es que es una iniciativa con una visión estratégica de concentrar la autoridad. Y que la autoridad la tenga y la ejecute quien tiene los medios y las capacidades que, al final del día, es quien termina haciendo el trabajo.

¿Ven deficiencias en los puertos?, ¿qué se requiere cambiar?

—Las deficiencias se dan en el día a día: donde la capitanía de puerto no tiene capacidad para ir y hacer un salvamento de vida humana en las playas o no tiene las capacidades para ir e inspeccionar un “n” número de embarcaciones menores, que cumplan con las normas de seguridad.

Por ejemplo, estamos adheridos al convenio de Viña del Mar (acuerdo latinoamericano sobre control de buques por el Estado rector del puerto) en el que México está comprometido a inspeccionar 20 por ciento de los buques extranjeros que atracan en nuestros puertos. Pero precisamente por la carencia de medios de las capitanías, solo se revisan de cuatro a cinco por ciento.

Recaudación, al alza

Se habla de un incremento en los ingresos tributarios, específicamente en los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, ¿a qué se atribuyó?

—Desde hace dos años, la dirección de los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo están a cargo de un vicealmirante, pero no se trata de un plan piloto, sino de una necesidad por la situación específica (de inseguridad) que estaban viviendo.

Tanto en las capitanías de puerto como en la administración portuaria integral de ambos sitios se colocaron cuatro almirantes de la Marina y se reforzó con equipamiento para atender esa necesidad de romper con esa vinculación de la delincuencia organizada en las actividades portuarias.

A lo largo de estos dos años hubo un incremento en la recaudación fiscal. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, los números se vieron beneficiados con este proceso en el que la Marina, la SCT y Hacienda están en una operación que otorgue más seguridad a las actividades portuarias.

¿Qué indicaría esto?, ¿el nivel de corrupción que puede haber cuando está en manos de civiles?

—No quisiera ser tan enfático en un tema de corrupción; simplemente diría que la administración y los resultados están ahí… vamos a tomar los cuatro principales puertos del país, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Veracruz y Altamira, donde se mueve 80 por ciento de la carga. Creo que mientras mayor volumen hay, la incidencia de ilícito puede ser mayor y también la probabilidad de su detección crece.

¿Cómo evitar que el personal de la Marina a cargo de las capitanías de puerto sea involucrado, así sea con la mínima sospecha, sobre actos de corrupción?

Trataremos de minimizar los focos de corrupción con los protocolos que tiene la Secretaría de Marina para su personal; tenemos una rotación frecuente y exámenes de control muy estrictos.

La vocación comercial

¿Qué pasa con las atribuciones de la SCT?

—La iniciativa fue desarrollada de manera conjunta poniendo un especial énfasis en que todas las actividades comerciales de negocios, generadoras de recursos económicos para el país continuarán en la SCT a través de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante. La Marina Mercante continuará en la SCT; todas las actividades comerciales, económicas, la administración del puerto, el desarrollo portuario, el servicio de pilotaje, el servicio de remolcadores, los servicios de 500 toneladas o más, todo quedará en la SCT.

¿Cómo garantizar la vocación comercial de los puertos?

—Al no tocar ninguna atribución por sí sola está garantizada la vocación de negocios del puerto, porque ninguna de esas atribuciones fueron afectadas ni van a ser transferidas. Es decir, el empresario no va a tratar con un militar, va a seguir tratando con la gente de la SCT… La capitanía de puerto va a tener la autoridad y la atribución de vigilar que se cumplan los ordenamientos.

¿La gente que está en las capitanías de puertos debe tener algún temor por este cambio?

—Es natural, cualquier cambio provoca temores. Pero lo que yo les puedo decir a todos nuestros compañeros es que estén tranquilos, que no se trata de una transición con despidos masivos. Si en este momento la iniciativa se ejecutara, la capitanía de puerto continuaría trabajando con su mismo personal, con sus mismos recursos materiales, con las mismas atribuciones con las que lo hicieron el día de ayer. El mensaje es: no vamos a tener despidos masivos.

La propuesta

  • El pasado 8 de marzo, el Ejecutivo federal envió al Senado una iniciativa de reforma, a fin de redistribuir las atribuciones en las capitanías de puerto, actualmente a cargo de la SCT.
  • El proyecto plantea que esta dependencia se encargue solamente de los asuntos relacionados a regulación, organización y administración de la Marina Mercante.
  • Propone que a la Semar le correspondan actividades como otorgar permisos para la prestación de servicios, autorizar arribos y despachos de embarcaciones, y abanderar navíos mexicanos.
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