Asturias vuela más lejos que nunca. Cuando se van a cumplir 27 años de la implantación de los vuelos internacionales en Santiago del Monte, la terminal dispone en esta campaña de primavera-verano de la mejor oferta con el extranjero de su historia. No en vano está conectada con los tres principales aeródromos de Londres, lo que le facilita centenares de enlaces directos con todo el mundo a través de British Airways; además de con el “Charles de Gaulle” de París, el suizo de Ginebra, el luso de Lisboa y el italiano de Venecia. Todo ello a la espera de que el año que viene Volotea estrene la línea de Munich. Para lograr esta cartelera, el aeropuerto ha superado una travesía repleta de turbulencias.
El aeródromo de Asturias se internacionalizó el 5 de julio de 1989. Fue cuando la compañía NortJet estrenó la primera línea regular de vuelos charter de la región con un viaje inaugural al aeropuerto londinense de Stansted, trayecto en el que un Boeing-737, bautizado como “Álava”, empleó hora y media. A bordo iban numerosos alumnos de academias de inglés de la región y el billete de ida y vuelta le costó a cada pasajero 39.000 pesetas (235 euros). La ruta pasó después a ser operada por Aviaco, que en el verano de 1996, hace veinte años, fletaba vuelos a Stansted todos los martes, jueves y domingos.
Pocos antes, el 30 de octubre de 1995, Aviaco había inaugurado la conexión Asturias-París, con vuelos de lunes, miércoles y viernes, y una oferta inicial de 29.000 pesetas (175 euros) para desplazamientos de ida y vuelta.
Turbulencias
Con París y Londres en esta incipiente cartelera internacional, las primeras turbulencias se dejaron notar cuando Aviaco cedió las conexiones a Air Nostrum, compañía que comenzó a operarlas con aviones turbohélices de 58 plazas, la mitad de las disponibles en las naves DC-9 de Aviaco, y que tardaban una hora más en completar los recorridos. El rechazo de los usuarios a este cambio fue frontal y el 25 de octubre de 1998 Air Nostrum accedió a poner un reactor canadiense para cubrir la línea con la capital británica. Poco después hacía lo propio con la parisina.
La conexión con Londres recibió un espaldarazo en marzo de 2005, con la implantación de los vuelos baratos de Easyjet. Este servicio, que motivó la salida de Air Nostrum del corredor al no poder competir con la compañía “low cost” británica, se apoyó en un contrato entre la aerolínea y el Principado que incluía el compromiso nunca cumplido de fletar un vuelo entre Asturias y Berlín. Easyjet sí que puso en marcha en 2008 un enlace con Ginebra, que arrancó con tres frecuencias semanales y que se ve limitado en la actualidad a julio y agosto. La compañía entró a competir con Iberia en la ruta a Madrid en 2007, pero desistió pronto, en 2008, pese a los buenos índices de ocupación de las naves. En 2014, Easyjet se saldría del corredor con Lisboa, en el que se había estrenado un par de años antes para cubrir la vacante dejada por Air Nostrum. La línea es ahora de TAP.
El corredor con París que puso en marcha Aviaco está operado desde junio de 2012 por Vueling con dos enlaces semanales. Es una frecuencia que el Principado quiere mejorar. El objetivo más ambicioso pasa por lograr el regreso de Air France, que trabajó la ruta entre Asturias y la capital gala de 2008 a 2012 con hasta tres frecuencias diarias a la terminal “Charles de Gaulle”.
Tras haber inaugurado los vuelos a Londres en 1989 y los de París seis años después, el que sería tercer enlace internacional del aeropuerto, el de Bruselas, entró en servicio en 2004. Air Nostrum lo canceló seis años después.
Bastante más fugaz que el corredor belga de Air Nostrum fue la actividad de Air Asturias, compañía regional que se estrenó el 16 de noviembre de 2006 con un vuelo a París. Dos meses después suspendía sus operaciones, tras haber fletado también aviones a Madrid, Londres y Lisboa.
La última incorporación al mapa de rutas es la línea de Venecia que Volotea puso en marcha la pasada Navidad y que supone la gran novedad de esta campaña, con vuelos desde el próximo viernes. El convenio de la aerolínea española con la Administración, de 3,2 millones de euros, también recoge el compromiso de abrir en 2017 un enlace con Munich.
La Nueva España