Hasta hace poco no era más que una propuesta curiosa -que se ventilaba en algunos círculos políticos israelíes- para quebrar con el aislamiento al que está sometida la Franja de Gaza desde que el grupo Hamas tomó el control de ese territorio palestino hace nueve años. Pero hace unos días la idea fue planteada oficialmente por el ministro israelí de Transportes, Israel Katz: la construcción de una isla artificial que opere como puerto e incluso aeropuerto frente a las costas de la Franja de Gaza.
La iniciativa busca mitigar los problemas económicos del territorio palestino y conectarlo con el resto del mundo. Consiste en una isla de ocho kilómetros cuadrados instalada en aguas internacionales, que además contaría con un hotel y un pequeño puerto para yates, y estaría comunicada con tierra firme a través de un puente de cinco kilómetros.
Sin embargo, el proyecto, que tendría un costo aproximado de US$ 5.000 millones, debería ser ejecutado y financiado por organismos internacionales. Israel -dijo Katz- apoyará y permitirá a las entidades internacionales entrar en aguas territoriales para ejecutar la construcción. De esta forma, según la idea planteada por el ministro israelí, la isla artificial estará dirigida por palestinos y por la comunidad internacional, y el Estado judío supervisaría los controles de seguridad.
La idea de un puerto flotante ya fue planteada por el diputado israelí Haim Jelin, del partido centrista Yesh Atid, en un encuentro con diputados y periodistas chilenos en Jerusalén, en marzo pasado (ver entrevista).
Israel, que ocupó la Franja de Gaza tras la guerra de 1967 cuando estaba controlada por Egipto, se retiró unilateralmente de ese territorio en 2005. En 2001, durante la segunda intifada, Israel destruyó la pista y las instalaciones del Aeropuerto Yasser Arafat que se había construido ahí con fondos de Japón, Egipto, Arabia Saudita, España, Alemania y Marruecos.
La franja cuenta con un puerto, pero es demasiado pequeño para dar cabida a los buques portacontenedores y es utilizado principalmente por pescadores. Desde junio de 2007, ese territorio palestino es controlado íntegramente por el grupo islamista Hamas, cuando derrotó militarmente al gobierno de las Autoridad Nacional Palestina que preside Mahmoud Abbas y que solo opera en Cisjordania.
Por este motivo Israel mantiene un fiero control sobre las fronteras de Gaza, sumado al periódico lanzamiento de cohetes por Hamas contra territorio israelí y la construcción de puentes para infiltración de atacantes, lo que mantiene en permanente tensión la zona. Esto ha hecho que en estos últimos años el Ejército israelí haya lanzado tres operaciones militares contra la franja (en 2008, 2012 y 2014). Incluso Israel mantiene un fuerte control de las aguas frente a Gaza con lo que impide la llegada de cualquier embarcación desde el exterior, como ocurrió con la llamada Flotilla de la Libertad en 2010 que terminó con nueve muertos, la mayoría de ellos de nacionalidad turca.
Al bloqueo que mantiene Israel contra ese territorio palestino se suma el aislamiento internacional al que está sometido el gobierno de Hamas, ya que ni Egipto ni Jordania lo reconoce. Así mientras la frontera egipcia con la franja se abre muy esporádicamente, el único flujo de mercancías de y hacia ese territorio se produce por el paso de Kerem Shalom por donde pasan alrededor de 850 camiones cada día.
El ministro Katz dijo que su país no tiene ninguna objeción en aliviar el bloqueo de Gaza, siempre que se cumplan sus necesidades de seguridad. Además, sostuvo que en caso de que se concrete el proyecto, la isla proporcionaría independencia económica a los palestinos. “No creo que sea correcto encerrar a dos millones de personas sin ningún tipo de conexión con el mundo. Israel no tiene interés en hacer la vida más difícil a la población de allí. Sin embargo, por motivos de seguridad no se puede construir un aeropuerto o puerto marítimo en Gaza”, sostuvo Katz.
