Maersk Line ha hecho balance del impacto de la crisis de la estiba sobre su negocio. El coste de redirigir los barcos con destino al puerto Bahía de Algeciras a otros puertos ha supuesto a la operadora danesa la pérdida de 12 millones de euros en las últimas diez semanas. Esto sin contar con los clientes que han optado por otros puertos dada la situación de tensión en los puertos españoles. “Esta cifra no incluye la pérdida de clientes por el conflicto”, dice la operadora en una nota.
La reforma propuesta por el Gobierno, frustrada por el momento, para liberalizar la estiba en España ha tenido consecuencias. En concreto, según ha informado Maersk en un comunicado, solo en el puerto de Algeciras se desviaron 73 barcos a otras terminales fuera del sistema portuario español. Esto supone la no estiba de al menos 75.000 movimientos en las instalaciones de Maersk Line, que opera un tercio de los movimientos de mercancías marítimas de los puertos españoles.
Así, las escalas previstas por la operadora en lo que va de año cayeron un 21% solo con la convocatoria de 12 días de huelga, aunque finalmente no se llevaran a cabo. Los puertos más beneficiados por los cambios de itinerarios de los buques han sido, según Maersk, Tánger (Marruecos), Sines (Portugal) o Port Said (Egipto). “El impacto económico de estas cifras, tanto para empresas como para trabajadores, es un hecho ya irreversible y supone la pérdida de un año de crecimiento orgánico, además de un freno a la creación de empleo”, afirma Maersk en su nota.
Para la compañía danesa, “es lamentable haber llegado a esta situación” e insta al Gobierno, sindicatos y patronal a dar una rápida solución al conflicto. Asimismo, existe otro daño indirecto que la operadora sufrirá a pesar de que se alcance un acuerdo: la pérdida de confianza de la fiabilidad en el trasbordo internacional en el puerto Bahía de Algeciras. “Puede desembocar en la pérdida de liderazgo y competitividad de este puerto”, dice Maersk Line.
Antecedentes en otros puertos
La compañía danesa ha recordado además que el tráfico que se pierde es muy difícil de recuperar en el corto plazo. Como ejemplo, recuerda lo que ocurrió en el puerto egipcio Port Said durante la primavera árabe en 2011: “Sufrieron una reconfiguración de red y seis años más tarde aún no ha recuperado el 50% del volumen anterior”.
Así, Maersk Line pide a Gobierno, sindicatos y empresas que no repita errores pasados y acuerden una reforma que de cumplimiento a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Además, urge a Fomento a enviar el texto legal basado en el pacto social al que llegaron las partes cuanto antes. “El simple anuncio de una nueva convocatoria de huelga en los puertos puede tener consecuencias nefastas a corto y medio plazo, tal vez irreversibles”, explica la operadora.
La negociación, en punto muerto
En estos momentos, la negociación está en punto muerto. Sindicatos y patronal siguen a la espera de que el Gobierno les facilite el Real Decreto que contendrá la propuesta del mediador, que se realizó a inicios de abril. En esa fecha se dio por concluida la mediación y desde entonces no se han vuelto a reunir formalmente las partes.
Tras los continuos vaivenes que ha sufrido la negociación, la posible solución pasa por la propuesta del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna: llevar el acuerdo del mediador a un Real Decreto que cuelgue del Decreto Ley que reformará la estiba. Los sindicatos y la patronal quedaron a la espera de recibir el texto y estudiarlo, para decidir si lo consideraban suficiente y cumplía con las peticiones del sector. El principal escollo está en cómo Fomento garantizará la subrogación de los trabajadores de las actuales Sociedades Anónimas de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep).
El País