El Govern aprobó ayer el proyecto de ley de puertos y transporte en aguas marítimas y continentales, una norma que actualiza la existente desde 1998 con el objetivo de poner los puertos al servicio de la promoción económica, potenciando asó la colaboración público-privada y la náutica deportiva como elemento dinamizador y estratégico. Para ello, la normativa unificará criterios sobre la gestión de estas instalaciones e incentivar la mejora de la calidad mediante la obtención de niveles distintos. Es decir, como las estrellas de de los establecimientos hoteleros pero con «norays», el nombre que se le da a un tipo de amarre.
El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, defendió la ley como un proyecto «pensado en grande, con mentalidad de Estado». Es decir, con la voluntad de que las normas que incluye puedan, en un futuro, ser las que rijan en los puertos de interés general, de Barcelona y Tarragona, que no están bajo la tutela de la Generalitat sino del Estado. «La ley está pensada para incorporarlos bajo un modelo de gestión que defendemos individualizada, como la plantea la ley portuaria de la UE», explicó.
«Es una ley pensada para ser operativa con un Estado propio», subrayó. Rull está convencido de que el redactado de la norma está plenamente ajustado al marco normativo estatal con lo que no prevé ningún conflicto con el Gobierno respecto a la constitucionalidad del texto. A nivel organizativo, unifica el control de estos puertos meidante la secretaría de Infraestructuras y la dirección general de Transports del Govern. Ahora la ley iniciará la tramitación en el Parlament hasta su aprobación definitiva.
El proyecto de ley pretende promover las actividades náuticas, de ocio, deportivas y culturales asociadas y, como novedad, prevé que los puertos deportivos se identifiquen por categorías de acuerdo con la calidad de sus instalaciones y sus servicios, con un sistema similar al de las estrellas de los hoteles. Al respecto, Rull explicó que pretende «incentivar la calidad y la competitividad», con lo cual la clasificación se medirá en función de la oferta de servicios de cada puerto.»No queremos puertos aislados, sino muy bien conectados» añadió.
En datos
Cataluña tiene 780 kilómetros de costa y el sistema portuario está integrado por 45 puertos de titularidad de la Generalitat; en 44 hay actividad náuticodeportiva, en 18 hay también actividad pesquera, cinco tienen actividad comercial y tres reciben cruceros.
En la comunidad, además, hay cerca de 33.000 amarres, el 66 por ciento de los cuales son para embarcaciones de menos de ocho metros de eslora, y la ley pretende velar para que el sistema ofrezca un número «razonable» de amarres destinados a la náutica popular –embarcaciones que no superen los siete metros de eslora– y potenciar la navegación deportiva a vela.
La Razón