Los grupos aeroportuarios que operan en México difícilmente tendrán control sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México; más bien serían beneficiados con la apertura de nuevas rutas regionales, coincidieron analistas del sector aeronáutico.
Agregaron que la nueva terminal tendría la capacidad para recibir a 100 millones de pasajeros, con la implementación de seis pistas y dos terminales.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tiene capacidad para recibir a 34 millones de pasajeros. Actualmente se encuentra en cerca de 90% de su capacidad, por ello la necesidad de crear un nuevo aeropuerto.
La analista del sector aeroportuario de Monex, Valeria Romo, destacó que en principio los grupos aeroportuarios existentes en el país difícilmente entrarían a controlar las operaciones del nuevo aeropuerto.
“Es un proyecto que no se realizará de la noche a la mañana, comenzará a dar frutos a largo plazo, en por lo menos cinco años”, explicó.
Romo comentó que el nuevo aeropuerto tendrá la capacidad de recibir tres veces más pasajeros que el actual AICM, que tiene capacidad para recibir 33 millones de pasajeros. En el 2013 llegaron 31.5 millones de viajeros, esto implica 95% de su capacidad.
“La construcción de la nueva terminal aérea sería un respiro, tanto para las aerolíneas como para los grupos aeroportuarios, e inclusive para el mismo AICM”, manifestó la analista de Monex.
Por su parte, el director de MetAnálisis, Gerardo Copca, mencionó que con la creación del nuevo aeropuerto los actuales grupos aeroportuarios serían beneficiados, sobre todo en la participación de las distribuciones de nuevas rutas, principalmente locales.
El experto señaló que dentro del mercado bursátil mexicano las emisoras comenzaron a sumar los posibles beneficios que les traería la construcción del nuevo aeropuerto.