El Musel cerró el ejercicio de 2014 como noveno puerto de España por tráfico portuario, al mover 18,9 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 6,24% respecto a 2013, según datos del Organismo Público Puertos del Estado publicados el pasado viernes por EL COMERCIO. Sin embargo, la dársena gijonesa es la primera del sistema portuario español de interés general en pérdidas, afectada por un sistema de amortizaciones que incluso el Ministerio de Hacienda ha discutido y que, sin embargo, impone con pertinacia su homólogo de Fomento.
El resultado negativo de El Musel el pasado año se elevó a 5,9 millones de euros, frente a los 3,5 millones de 2013 y los 4,4 millones de 2012. Dos factores influyen negativamente en las cuentas, ya que, al aumento de los tráficos, hay que contraponer la disminución de las tasas que aplicó en todos los puertos el Ministerio de Fomento (para facturar lo mismo hay ahora que mover más mercancía) y el aumento paulatino de los gastos financieros, que se une a unas amortizaciones realizadas a un ritmo que no tiene en cuenta la vida real de las infraestructuras ni la proporcionalidad contable de su entrada en servicio.
En ese sentido, la Autoridad Portuaria de Gijón ha defendido, con informe favorable del Ministerio de Hacienda, que es posible ampliar el plazo de las amortizaciones, y reducir en consecuencia la cantidad dedicada cada año a las mismas, así como no amortizar la totalidad del coste de los diques de abrigo mientras no estén totalmente en explotación la totalidad de la superficie de los muelles que protegen, mediante la aplicación de un sistema de proporcionalidad.
También La Coruña
Sea como fuere, el caso es que El Musel fue en 2014 el puerto de interés general del Estado que más altas pérdidas registró, con la ya citada cifra de 5,9 millones de euros y 6,2 millones dedicados a amortizaciones. En similar situación se encuentra otra instalación portuaria que realizó en los últimos años una importante obra de ampliación, la de La Coruña, que en 2014 perdió 4,1 millones y tuvo que acometer un ajuste de dotación para amortizaciones de casi 7,2 millones, la única más alta que la gijonesa dentro del sistema portuario español.
Perdieron también los puertos de Motril (928.000 euros) y Pasajes (576.000 euros), mientras que las otras 24 autoridades portuarias existentes en España tuvieron beneficios. Destaca, en ese sentido, el puerto de Barcelona, con 37,3 millones de superávit, seguido por Bahía de Algeciras (24,1 millones) y Cartagena, 21,59 millones).
La relación entre pérdidas y obras de ampliación es evidente. Por una parte, porque la cuenta de explotación (gastos e ingresos) sigue siendo positiva; por otra, porque las cosas eran muy distintas antes del comienzo, en 2005, de la construcción del superpuerto.
Según los datos correspondientes a 2004, El Musel era entonces el séptimo puerto español por su cuenta de resultados. Con 11,7 millones de beneficio, sólo tenía por delante a Barcelona (36,9 millones de superávit), Algeciras (28,9 millones), Valencia (27,2 millones), Baleares (16,7 millones), Vigo (15,5 millones) y Cartagena (13 millones).
Rentabilidad
Otro ranking habitual de Puertos del Estado es la rentabilidad. La normativa vigente obliga a los puertos españoles a alcanzar una rentabilidad del 2,5%, si bien sólo seis de las 28 autoridades portuarias existentes en España lo consiguieron (Cartagena, Baleares, Algeciras, Huelva, Barcelona y Ferrol-San Ciprián) y la media se sitúa en el 1,76%.
Según la legislación aplicable, la rentabilidad anual de un puerto es el cociente de dividir el resultado del ejercicio después de impuestos, excluyendo el importe de la enajenación de inmovilizado, cualquier otro resultado que tenga el carácter de extraordinario y el saldo del fondo de compensación, entre el activo neto del ejercicio, sin incluir el inmovilizado en curso ni el de terrenos sobre los que no se haya realizado actividad en el ejercicio.
La rentabilidad de El Musel en 2014 fue del 0,2%, menos de la mitad que en 2013, año en el que fue del 0,49%. En el sistema portuario español hay actualmente seis dársenas con rentabilidad negativa (Villagarcía de Arosa, Motril, Melilla, Alicante, Sevilla, Vigo y Santa Cruz de Tenerife). Entre las rentabilidades positivas, la obtenida el pasado año por El Musel es la tercera más baja, sólo superior a la de Bahía de Cádiz (0,13%) y Ceuta (0,16%).
En conjunto, la rentabilidad del sistema portuario español, que ganó 183,9 millones de euros el pasado año, bajó respecto a 2013, al pasar del 2,22% de media al 1,75%.
Los puertos españoles de interés general sumaron en 2014 una cifra de negocio de 1.001,6 millones, cifra inferior a la de 2013 (1.027,2 millones), debido básicamente a la ya citada bajada de tasas. Por ese concepto fueron facturados el pasado año 903,7 millones de euros, frente a los 930,3 millones del ejercicio inmediatamente anterior.
Los gastos de personal apenas se incrementaron (246,3 millones en 2014 y 245,8 millones en 2013), y las amortizaciones también registraron un aumento, al pasar de 398,2 a 407,5 millones.
El puerto de Avilés, por su parte, ganó en 2014, según los datos facilitados por Puertos del Estado, 1,7 millones de euros, y consiguió una rentabilidad del 1,11%, frente al 2,57% que había logrado en el ejercicio anterior.
El Comercio
