La Dirección General de Marina Mercante ha adjudicado el contrato marítimo, que garantiza las conexiones de barco entre Melilla y los puertos de Málaga y Almería, a la naviera Acciona Trasmediterránea.
Según ha informado hoy a los periodistas el presidente del Gobierno melillense, Juan José Imbroda, el Ministerio de Fomento le comunicó en la tarde de ayer la adjudicación del contrato a Acciona Trasmediterránea, actual adjudicataria del mismo.
Tras diversas deliberaciones y los pertinentes informes, los técnicos del Ministerio eligieron la oferta de Acciona Trasmediterránea de las tres presentadas, al ser la más ventajosa desde el punto de vista económico, ya que ofrecía una rebaja considerable del precio de licitación, de 25 a 7,6 millones en dos años.
Imbroda ha dicho que la adjudicación del pliego permitirá una mejora del servicio, ya que las tres navieras que se presentaron al concurso, Armas y Balearia, además de la adjudicataria, ofrecieron sus “mejores barcos” para las conexiones de Melilla.
El Gobierno de Melilla estará pendiente de que la naviera adjudicataria cumpla las exigencias recogidas en el pliego, que contempla, además de los mejores buques de su flota, navegar a una velocidad determinada y contar con distintos servicios, entre ellos el de disponer de un médico a bordo.
Acciona Trasmediterránea comenzará a navegar con las nuevas exigencias del nuevo contrato a partir del 1 de mayo, fecha en la que se podrá apreciar, según Imbroda, un salto cualitativo, a pesar de que la naviera será la misma.
“Es de la noche al día”, ha dicho el presidente melillense, quien, además, ha recordado que se mantendrá la posibilidad de navegar hacia Motril, un servicio prestado por la naviera Armas, al margen del contrato público, y que, incluso, ha reforzado con la incorporación de un barco rápido.
“Vamos a estar perfectamente comunicados”, ha subrayado Imbroda, quien ha resaltado que en estos momentos hay dos navieras y dos compañías aéreas, a la espera de que retome sus operaciones una tercera.
Lo que sí ha lamentado Imbroda es que los dos concursos anteriores quedaron desiertos, a pesar de que el precio de licitación estaba por encima del que finalmente ha ofertado la naviera, algo que considera un “absurdo”.
ABC