El segundo crucero de la historia de Brens dará paso a otro en días

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Fueron apenas dos horas de estancia en el muelle de Brens, lo que se ha prestado a todo tipo de bromas y críticas respecto a lo que supone el turismo de cruceros en la Costa da Morte. Pero se trata de un comienzo y que además tendrá continuación, porque está prevista la llegada de otro barco de pasaje para finales de mes.

Así, en clave netamente positiva lo ven en el Concello, en Portos de Galicia y en el propio sector de las consignatarias. De hecho, el responsable de Rubine e Hijos, Luis del Moral, encargado de la arribada ayer a Cee de Le Soleal, el segundo crucero de la historia para este puerto netamente industrial, volvió a incidir ayer en que «estas cosas no se consiguen en dos días».

Recalcó que se trató de un empeño personal de la alcaldesa que con el primer barco no tuvieron tiempo para organizar prácticamente nada y que esta vez, aunque lo intentaron, incluso con el apoyo de Turismo de Galicia, tampoco hubo mayor éxito, porque «hay gente que compra los pasajes incluso con más de un año de antelación y, entonces, ya no se pueden hacer cambios en la ruta a no ser por causas de fuerza mayor».

En cualquier caso, la presencia ayer de Le Soleal, aunque efímera, volvió a ser un espectáculo en la ría de Corcubión. Fotógrafos aficionados captaron bonitas estampas del crucero, sobre todo en el entorno del Cabo Fisterra, y decenas de vecinos se posicionaron en numerosos puntos -sobre todo en el entorno de Brens- para observar un navío que, pese a su pequeño tamaño dentro de esta clase de barcos, impresiona por lujo y diseño.

Las maniobras de atraque fueron sencillas y cómodas «porque estes barcos veñen preparados de máis, teñen medios de sobra e non precisan remolcadores nin nada parecido», tal como explica el práctico, José Centeno, quien también destacó la «amabilidade» del capitán y el buen trato mantenido en el tiempo en que trabajaron juntos.

Ahora el siguiente capítulo de esta historia que se escribe a cuentagotas llegará a finales de mes, con un nuevo barco de pasaje para el que aún no se conoce el día exacto de arribada ni el horario. De hecho, Centeno señala que a él le pueden avisar a veces con 48 horas de antelación y fuentes oficiales de Portos de Galicia, apuntan en la misma dirección, aunque sí aseguran que vendrá.

El navío, aunque ese extremo está por confirmar, sería uno de los Sea Cloud, espectaculares cruceros de vela de más de 100 metros de eslora, que ofrecen altos estándares de lujo en esta modalidad. No se trataría por tanto de una visita nueva, porque ya estuvieron fondeados en Fisterra o en Muros, pero sí sería la primera vez que atracan para un desembarco en Brens.

El capitán quedó «sorprendido» por la belleza de la entrada en la ría y los castillos
Salvo una pareja suiza a la que la esperaba un Mercedes en el puerto para un recorrido privado y los pasajeros que quisieron quedarse en el barco, el grueso de los 200 cruceristas tomaron cuatro autobuses con destino a Santiago de Compostela y luego A Coruña para volver a bordo.

Todos ellos fueron saludados a pie de la escalerilla por el capitán Regis Daumesmil, que se declaró «sorprendido» por la «belleza» de la entrada en la ría de Corcubión y de la zona en general. Un interés que se vio multiplicado cuando el fotógrafo de La Voz le explicó la relación entre los castillos del Príncipe, en Ameixenda, y del Cardenal, en Corcubión, como estructura defensiva unitaria.

Detalles bastante más ornamentales que las pilas de mineral y las obras que recibieron a los cruceristas en plena explanada de Brens.

La Voz de Galicia

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