Cilsa invierte 30 millones para construir 50.000 m2 junto al puerto de Barcelona

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Golpe de timón en Cilsa. Tras ocho años sin construir, la compañía se ha propuesto edificar 50.000 m2 de naves repartidas entre la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y los antiguos terrenos de Seat en la Zona Franca a lo largo del 2016 y principios del 2017. Para ello, tiene previsto invertir 30 millones de euros. Esta ampliación de superficie logística operativa será posible gracias a la refinanciación de la deuda. En diciembre, la firma que preside Sixte Cambra y dirige Alfonso Martínez alcanzó un acuerdo con el BEI para alargar los plazos de vencimiento de 76 millones de su pasivo de modo que los recursos que genere en los próximos cinco años puedan destinarse a crecer.

Cilsa, participada por el puerto de Barcelona (63%), Merlin Properties (32%) y Sepes (5%), dispone de 350.000 m2por desarrollar en uno de los principales hubs de distribución del Mediterráneo, junto al puerto y el aeropuerto de la capital catalana y conectado con las rondas, las autopistas y cerca de Can Tunis, la principal terminal ferroviaria de mercancías. Los nuevos accesos viarios y ferroviarios portuarios –los primeros ya iniciados, aunque avanzan lentamente, y los segundos aún por licitar– irán a esta área logística como anillo al dedo ya que pasarán a tocar de sus parcelas.

Como consecuencia de la crisis, la actividad logística y el inmobiliario que tiene asociado cayeron a cifras mínimas y se paralizó la construcción de naves. La última operación de Cilsa se hizo en 2008. En 2011, la ocupación de sus naves estaba en el 73%. Desde entonces, la situación ha cambiado radicalmente. El año pasado se cerró en el 97%. Y las rentas están subiendo. En la ZAL se están pagando 6,50 euros por metro cuadrado al mes.

La compañía cerró el 2015 con los mejores resultados de su historia. Los ingresos ascendieron a 41,8 millones de euros, un 9% más que en el 2014. El Ebitda ascendió a 21,5 millones (+17,1%) y el resultado neto a 5,9 millones (+51,4%). Se contrataron 131.000 m2, de los cuales 30.000 fueron nuevos contratos y 101.00 renovados. La deuda neta se rebajó a 107,1 millones, un 14% menos que en el ejercicio anterior.

La entrada de Merlin en el accionariado –compró la participación de Saba en octubre pasado por 50 millones– permitirá a Cilsa acceder a nuevas vías de financiación y aprovechar sinergias, ya que la socimi que preside Ismael Clemente es uno de los primeros propietarios de suelo logístico de España. La empresa pública estatal Sepes quiere desprenderse de su 5%, paquete que los otros dos accionistas quieren repartirse, por lo que se descartaría la entrada de un nuevo socio.

La Vanguardia

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