El Puerto de Santa Cruz de Tenerife amaneció ayer con una gigantesca grúa situada en la zona de la Dársena de Los Llanos, cuya dimensiones ha llamado la atención de vecinos y visitantes. Se trata de la primera grúa móvil con la que cuenta la instalación chicharrera para trabajos de reparación naval. Esta estructura metálica pesa 600 toneladas y alcanza una altura de 187 metros, aproximadamente la misma que tiene un edificio de unas 60 plantas, lo que la convierte en la mayor grúa móvil de celosía de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
La Autoridad Portuaria indica que “especialmente de la mano del astillero del Puerto de la capital, Tenerife Shipyards, esta nueva maquinaria dará un impulso al negocio Off Shore en la Isla, prestando un nuevo y necesario servicio que hasta ahora no se había ofrecido en la instalación chicharrera”. Dicha unidad, adquirida por la compañía Grúas y Transportes Bony, se corresponde con el modelo de grúa Liebherr 1600/2, la cual se utiliza fundamentalmente para estructuras de cargas pesadas y para trabajos de mantenimiento.
Fuentes del Puerto de Santa Cruz de Tenerife señalan que “la movilidad de esta nueva grúa es lo que le otorga una de sus grandes ventajas, pues tiene capacidad para moverse en línea recta transportando el 80% de su capacidad de carga”. Asimismo, la Autoridad Portuaria de la capital apunta que esta maquinaria también es considerada “inteligente”, ya que “indica a su operario cuál de las múltiples configuraciones y modo de trabajo que puede adoptar es el más apropiado para la labor que realizará en cada momento”.
La Autoridad Portuaria informa de que el desembarco en el Muelle de Ribera de la Dársena de Los Llanos de esta gigantesca grúa móvil comenzó el pasado 25 de enero y concluyó el domingo. Para su completo montaje fue necesaria la ayuda de una grúa auxiliar que colaboró en el alcance de los tramos. Temporalmente, hasta que se le asigne su primer trabajo, permanecerá en la Dársena de Los Llanos.
El futuro astillero de la instalación portuaria tendrá capacidad para reparar 280 buques al año, 80 “en seco” y 200 “en condiciones de flote”, y decenas de plataformas petrolíferas. Las obras comenzaron en octubre, con un plazo de ejecución de ocho meses. Los responsables de Tenerife Shipyards destacaron que la puesta en marcha de este astillero supondrá la creación de numerosos puestos de trabajo y generará riqueza en la ciudad.
La Opinón