El Puerto de Málaga logra un fuerte repunte de las mercancías pero pierde cruceros

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El cambio de modelo de negocio ha permitido que el Puerto comience el año con un fuerte repunte de la actividad industrial en los muelles. Especialmente en el de contenedores (9), donde vuelve a resurgir el movimiento de graneles como una de las actividades principales, después de años eclipsados por el trasiego de contenedores, que ahora están de capa caída. En contrapartida, la mala noticia es que el año no ha empezado bien en lo que se refiere a la llegada de cruceristas, aunque la Autoridad Portuaria prevé que comenzará a recuperarse este mismo mes.

El tráfico de materias sólidas, tales como el clínker (componente del cemento); el material de construcción ya elaborado; la harina de soja; las pipas de girasol y el trigo, entre otros, han experimentado la subida más fuerte en la estadística acumulada hasta febrero de la Autoridad Portuaria, a la que tuvo acceso SUR. En los dos primeros meses del año se han movido 220.348 toneladas de graneles sólidos, lo que supone prácticamente duplicar los del mismo periodo del anterior. Los de tipo líquido también crecen, hasta las 23.793 toneladas, un 76% más.

Otra línea de negocio que destaca es la de la importación de coches, que ya estaba consolidada y que sigue al alza. En estos 60 días se han movido un total de 6.668 vehículos procedentes de fábrica, lo que supone casi un 5% más.

Y ello, sin perder de vista la llegada de contenedores marítimos (teus), que, aunque con cifras poco relevantes para lo que fue este segmento, vuelve a repuntar tras años de caídas. En este periodo han llegado 8.757, un 73% más que el año anterior, y con un 20% más de carga (55.723 toneladas).

Respiro al empleo

En cuanto a los cruceros, en lo que va de año han visitado la capital un total de 31.938 turistas por esta vía, un 19% menos que en 2015. El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, restó importancia a esta circunstancia por considerarla coyuntural, y aseguró que para este ejercicio se esperan 250 barcos, frente a los 233 que hicieron escala el año anterior. «Es una cuestión de la curva de la demanda, el desarrollo de la temporada crucerística se va a retrasar un poco respecto a la anterior pero a partir de marzo y abril llegarán más y volverá a crecer».

En la comunidad portuaria también se vuelve a mirar al futuro con optimismo, después de años de depresión general. Los estibadores reconocen que la nueva política comercial de Noatum, concesionaria del muelle de contenedores, está «dando un respiro» al empleo. El movimiento de graneles y de coches, ambos con muy buenas perspectivas, ayudan a mantener la carga de trabajo, y también se prevé la llegada de más contenedores procedentes del ‘hinterland’, el entorno industrial de la provincia, que se perdieron por el monopolio que ejerció durante años la naviera Maersk, y que obligó a los productores locales a buscar otros puertos.

Los estibadores también advierten de dos factores de inquietud entre la plantilla: la retirada de algunas de las grandes grúas del muelle 9, que está prevista para finales de abril o mayo, y su sustitución por otras de menor tamaño, sin que aún se sepa cómo afectará ello al empleo. Y, sobre todo, la necesidad de negociar un nuevo acuerdo laboral con las empresas, ya que el actual expirará el 31 de diciembre y ha supuesto el marco de la paz social durante la crisis, que los trabajadores portuarios pretenden renovar.

Diario Sur

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