El aeropuerto de Fráncfort-Hahn, utilizado por las compañías de bajo coste y sobre todo Ryanair, se convierte en propiedad china después de la compra del inversor en transporte aéreo HNA Aviation por diez millones de euros. El equipamiento había bajado sensiblemente el número de pasajeros transportados en los últimos diez años de los cuatro millones a escasamente dos y medio.
Uno de sus problemas es que se encuentra a 120 kilómetros de la ciudad de Fráncfort y a medio camino de Luxemburgo. En cambio, el principal aeropuerto de esta capital económica solamente está a doce kilómetros.
Esta adquisición demuestra el apetito de los inversores chinos por el sector aéreo. La semana pasada, el mismo HNA Aviation entró en Virgin Australia y también está a punto de hacerse con el restaurador a bordo suizo Gategroup.
